Sorpresa: Corrientes le ganó a Misiones en la producción de yerba mate por primera vez en la historia

En un fenómeno totalmente inédito y que rompe con todas las estadísticas históricas, la producción de hoja verde de yerba mate de Corrientes superó a la de Misiones en los primeros tres meses del 2025. Es un fenómeno tan peculiar como si Mendoza o Salta, con un rol marginal en la producción petrolera, superaran a Neuquén, el gran gigante en la producción de barriles de crudo.

Misiones y Corrientes son las únicas dos provincias donde se cultiva yerba, y tradicionalmente, la producción de hoja verde correntina explica alrededor del 15% del total. El gran productor de materia prima yerbatera es, sin ningún tipo de equivalencias con su vecina, Misiones, donde tallan fuerte la enorme mayoría de los 12.500 productores yerbateros, al menos el 80% con superficies muy chicas.

Corrientes, donde gravitan las grandes yerbateras, cosechó 34,8 millones de kilos de hoja verde en enero-marzo, mientras que Misiones aportó apenas 30,1 millones de kilos. Es decir, la producción correntina de hoja alcanzó el 54% de los 65.018.623 de kilos cosechados en enero-marzo del 2025, la cual fue una de las producciones más bajas de la historia (si se excluye el 2023, año de sequía extrema e incendios por toda la región).

“Todas a favor”: en la principal raza bovina de la Argentina elogian al Gobierno y se entusiasman con un boom

En 2024, la producción correntina había explicado el 19,2% del total de hoja verde; en 2023 el 27%; en 2022 representó el 15,7%; en 2021 el 13% y en 2020 la producción correntina fue el 17% del total de hoja verde cosechada. Además, la cosecha de hoja verde en estos primeros meses del año, donde se desarrolla la zafriña o cosecha de verano, registró una fuerte caída, mayor al 30% respecto al año anterior.

“Cuando arranque la cosecha gruesa los números van a volver a darse vuelta”, dijo a LA NACION un expresidente del Instituto Nacional de la Yerba Mate (Inym).

Los gobiernos de Misiones y Corrientes están enfrentados en cuanto a la desregulación yerbatera que dictó el gobierno nacional en diciembre de 2023. Mientras Corrientes es un ferviente defensor y dice que redundará en mayor producción y empleo, las autoridades misioneras alertan sobre una crisis en las chacras y éxodo rural a los centros urbanos.

Los datos sobre la producción del primer trimestre, con Corrientes al frente del volumen, fueron divulgados por el INYM y ponen cifras al paro de los pequeños productores yerbateros, que no entregaron la hoja verde a los secaderos e industrias por los bajos precios ofrecidos.

Mientras los pequeños productores misioneros no entregaron la hoja verde a las industrias, los correntinos redoblaron el paso para cosechar materia prima. Esta situación, para muchos analistas y expertos, fue la que forzó a que las industrias subieran los precios sensiblemente para el final de marzo y el arranque de la cosecha gruesa.

“El esfuerzo de unión de los productores mitigó la caída del precio de la hoja verde y estimo que esta zafra se van a acopiar apenas 700.000 toneladas”, dijo a LA NACION Manfredo Seifert, productor y dirigente de Coninagro.

“El volumen cosechado estos tres meses apenas cubre un mes de abastecimiento del mercado interno. Pero creo que a pesar de que falte yerba no van a mejorar los precios, quizás si mejoren las condiciones de pago (hoy se paga a 30, 60 y hasta 90 días)”, indicó Seifert, de la zona de Montecarlo. Asesora a la Cooperativa Agrícola Mixta de Montecarlo, una de las 10 yerbateras más grandes del país con su marca “Aguantadora”.

“Hay que cosechar por goteo, no más que lo estrictamente necesario para cubrir los gastos”, dijo a este medio, por su parte, el exgobernador Ricardo Barrios Arrechea, inventor e impulsor del concepto de cosechar lo mínimo indispensable para no tirar los precios abajo. Su sentencia tiene una explicación: la falta de entrega de materia prima está impulsada en parte por el paro yerbatero, pero fundamentalmente porque los precios son tan bajos que al productor chico no le conviene cosechar.

Cuando al pequeño productor el número le cierra, entonces cosecha y entrega hoja verde. Fue por eso que en el primer año de desregulación yerbatera, si bien los precios no pararon de bajar, al pequeño colono le “cerraba” y la cosecha rondó los 1000 millones de kilos.

Se considera que muchos pequeños productores tienen una estructura de costos muy baja, sobre todo aquellos que no cuidan su yerbal. A esto se sumó la necesidad, a veces desesperada, de generar ingresos para cubrir gastos.

En un fenómeno totalmente inédito y que rompe con todas las estadísticas históricas, la producción de hoja verde de yerba mate de Corrientes superó a la de Misiones en los primeros tres meses del 2025. Es un fenómeno tan peculiar como si Mendoza o Salta, con un rol marginal en la producción petrolera, superaran a Neuquén, el gran gigante en la producción de barriles de crudo.

Misiones y Corrientes son las únicas dos provincias donde se cultiva yerba, y tradicionalmente, la producción de hoja verde correntina explica alrededor del 15% del total. El gran productor de materia prima yerbatera es, sin ningún tipo de equivalencias con su vecina, Misiones, donde tallan fuerte la enorme mayoría de los 12.500 productores yerbateros, al menos el 80% con superficies muy chicas.

Corrientes, donde gravitan las grandes yerbateras, cosechó 34,8 millones de kilos de hoja verde en enero-marzo, mientras que Misiones aportó apenas 30,1 millones de kilos. Es decir, la producción correntina de hoja alcanzó el 54% de los 65.018.623 de kilos cosechados en enero-marzo del 2025, la cual fue una de las producciones más bajas de la historia (si se excluye el 2023, año de sequía extrema e incendios por toda la región).

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En 2024, la producción correntina había explicado el 19,2% del total de hoja verde; en 2023 el 27%; en 2022 representó el 15,7%; en 2021 el 13% y en 2020 la producción correntina fue el 17% del total de hoja verde cosechada. Además, la cosecha de hoja verde en estos primeros meses del año, donde se desarrolla la zafriña o cosecha de verano, registró una fuerte caída, mayor al 30% respecto al año anterior.

“Cuando arranque la cosecha gruesa los números van a volver a darse vuelta”, dijo a LA NACION un expresidente del Instituto Nacional de la Yerba Mate (Inym).

Los gobiernos de Misiones y Corrientes están enfrentados en cuanto a la desregulación yerbatera que dictó el gobierno nacional en diciembre de 2023. Mientras Corrientes es un ferviente defensor y dice que redundará en mayor producción y empleo, las autoridades misioneras alertan sobre una crisis en las chacras y éxodo rural a los centros urbanos.

Los datos sobre la producción del primer trimestre, con Corrientes al frente del volumen, fueron divulgados por el INYM y ponen cifras al paro de los pequeños productores yerbateros, que no entregaron la hoja verde a los secaderos e industrias por los bajos precios ofrecidos.

Mientras los pequeños productores misioneros no entregaron la hoja verde a las industrias, los correntinos redoblaron el paso para cosechar materia prima. Esta situación, para muchos analistas y expertos, fue la que forzó a que las industrias subieran los precios sensiblemente para el final de marzo y el arranque de la cosecha gruesa.

“El esfuerzo de unión de los productores mitigó la caída del precio de la hoja verde y estimo que esta zafra se van a acopiar apenas 700.000 toneladas”, dijo a LA NACION Manfredo Seifert, productor y dirigente de Coninagro.

“El volumen cosechado estos tres meses apenas cubre un mes de abastecimiento del mercado interno. Pero creo que a pesar de que falte yerba no van a mejorar los precios, quizás si mejoren las condiciones de pago (hoy se paga a 30, 60 y hasta 90 días)”, indicó Seifert, de la zona de Montecarlo. Asesora a la Cooperativa Agrícola Mixta de Montecarlo, una de las 10 yerbateras más grandes del país con su marca “Aguantadora”.

“Hay que cosechar por goteo, no más que lo estrictamente necesario para cubrir los gastos”, dijo a este medio, por su parte, el exgobernador Ricardo Barrios Arrechea, inventor e impulsor del concepto de cosechar lo mínimo indispensable para no tirar los precios abajo. Su sentencia tiene una explicación: la falta de entrega de materia prima está impulsada en parte por el paro yerbatero, pero fundamentalmente porque los precios son tan bajos que al productor chico no le conviene cosechar.

Cuando al pequeño productor el número le cierra, entonces cosecha y entrega hoja verde. Fue por eso que en el primer año de desregulación yerbatera, si bien los precios no pararon de bajar, al pequeño colono le “cerraba” y la cosecha rondó los 1000 millones de kilos.

Se considera que muchos pequeños productores tienen una estructura de costos muy baja, sobre todo aquellos que no cuidan su yerbal. A esto se sumó la necesidad, a veces desesperada, de generar ingresos para cubrir gastos.

 

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