Jason Biggs, el actor que alcanzó la fama mundial a fines de los años 90 por su icónico papel en American Pie, sorprendió a sus seguidores con un impactante cambio físico. A sus 46 años, la estrella de Hollywood luce renovada tras perder más de 15 kilos y adoptar un estilo de vida más saludable. Pero este cambio en su cuerpo no se debió solamente a una mejora estética, sino que está vinculado a una advertencia médica que le habrían realizado, relacionada con sus altos niveles de colesterol.
En una reciente entrevista con Page Six, Biggs reveló que su transformación comenzó luego de recibir los resultados de unos estudios que lo alertaron sobre un nivel elevado de colesterol en sangre. “Ha sido un viaje. Mi colesterol bajó 70 puntos”, expresó con satisfacción por los resultados obtenidos tras un largo tratamiento.
Para lograrlo, el actor cambió por completo sus hábitos alimenticios, redujo el consumo de azúcares y grasas, y sumó una rutina de ejercicios físicos sostenida en el tiempo. En la entrevista también aseguró que uno de los desafíos más grandes fue dejar atrás su viejo amor por el helado. “Probablemente, era por los potes de helado que me tomaba de un trago”, confesó. A pesar de los cambios en su alimentación, Biggs admitió que de vez en cuando se da un gusto ocasional de su postre favorito. “Sigo comiendo helado de Van Leeuwen de vez en cuando. Es mi capricho preferido”, contó.
Por otra parte, el actor también se animó a hablar abiertamente de una de sus luchas personales más fuertes, que fue durante mucho tiempo la adicción al alcohol. Según reveló, él utilizaba “el método de la botella” para ocultar la cantidad de alcohol que consumía, ya que reemplazaba constantemente las botellas en su casa para evitar sospechas de su esposa, la actriz y escritora Jenny Mollen.
Aunque se decía siempre así mismo que de esa forma tenía el control de su consumo, a lo largo de su tratamiento contra esta adicción descubrió que su comportamiento respondía a una herramienta mental que utilizaba para evadir o negar su problema con la bebida.
En sus memorias, I Like You Just The Way I Am, Mollen relató con humor algunas de las experiencias más excéntricas que vivieron como pareja. Una de las anécdotas más llamativas fue cuando ella contrató a una trabajadora sexual para cumplir una fantasía, mientras observaba la escena comiendo papas fritas desde un rincón de la habitación. Jason, por su parte, aseguró que no lo disfrutó tanto como esperaba: “No estaba actuando al máximo de mis capacidades”.
Más allá de las historias curiosas, el actor también reflexionó en la nota sobre su paso por el cine y el fenómeno de American Pie, la comedia adolescente que marcó a una generación y que lo llevó a la fama. “Esa película no podría hacerse hoy”, opinó en diálogo con BuzzFeed News. Y explicó: “Recuerdo leer el guion y sorprenderme con la idea de que hubiera cámaras en las computadoras. Hoy sería inaceptable lo que eso representa”.
A qué se dedica Jason Biggs en la actualidad
Luego del éxito que alcanzó con American Pie y sus respectivas secuelas, el actor no quería quedarse encasillado en aquel papel que lo llevó a la fama, por lo que decidió aceptar papeles que le significaran un verdadero desafío. Así fue que protagonizó la obra El graduado en Broadway con Alicia Silverstone y Kathleen Turner, y también formó parte del elenco de la película de Woody Allen, Todo lo demás estrenada en 2003.
Años después de pelearla en varias producciones sin volver a tener el éxito que tenían las películas de American Pie, llegó Orange is the new black, la serie de Netflix de la que formó parte durante cuatro temporadas: las dos primeras, la quinta y la séptima. Pero, con el tiempo, le llegó la posibilidad de probar una nueva faceta en reality shows e, irónicamente, se convirtió en jurado de pasteles en Blue Ribbon Baking Championship (Netflix).En la actualidad, Jason Biggs trabaja en su primera película como director, Getaway, la cual también lo tendrá como protagonista.
Jason Biggs, el actor que alcanzó la fama mundial a fines de los años 90 por su icónico papel en American Pie, sorprendió a sus seguidores con un impactante cambio físico. A sus 46 años, la estrella de Hollywood luce renovada tras perder más de 15 kilos y adoptar un estilo de vida más saludable. Pero este cambio en su cuerpo no se debió solamente a una mejora estética, sino que está vinculado a una advertencia médica que le habrían realizado, relacionada con sus altos niveles de colesterol.
En una reciente entrevista con Page Six, Biggs reveló que su transformación comenzó luego de recibir los resultados de unos estudios que lo alertaron sobre un nivel elevado de colesterol en sangre. “Ha sido un viaje. Mi colesterol bajó 70 puntos”, expresó con satisfacción por los resultados obtenidos tras un largo tratamiento.
Para lograrlo, el actor cambió por completo sus hábitos alimenticios, redujo el consumo de azúcares y grasas, y sumó una rutina de ejercicios físicos sostenida en el tiempo. En la entrevista también aseguró que uno de los desafíos más grandes fue dejar atrás su viejo amor por el helado. “Probablemente, era por los potes de helado que me tomaba de un trago”, confesó. A pesar de los cambios en su alimentación, Biggs admitió que de vez en cuando se da un gusto ocasional de su postre favorito. “Sigo comiendo helado de Van Leeuwen de vez en cuando. Es mi capricho preferido”, contó.
Por otra parte, el actor también se animó a hablar abiertamente de una de sus luchas personales más fuertes, que fue durante mucho tiempo la adicción al alcohol. Según reveló, él utilizaba “el método de la botella” para ocultar la cantidad de alcohol que consumía, ya que reemplazaba constantemente las botellas en su casa para evitar sospechas de su esposa, la actriz y escritora Jenny Mollen.
Aunque se decía siempre así mismo que de esa forma tenía el control de su consumo, a lo largo de su tratamiento contra esta adicción descubrió que su comportamiento respondía a una herramienta mental que utilizaba para evadir o negar su problema con la bebida.
En sus memorias, I Like You Just The Way I Am, Mollen relató con humor algunas de las experiencias más excéntricas que vivieron como pareja. Una de las anécdotas más llamativas fue cuando ella contrató a una trabajadora sexual para cumplir una fantasía, mientras observaba la escena comiendo papas fritas desde un rincón de la habitación. Jason, por su parte, aseguró que no lo disfrutó tanto como esperaba: “No estaba actuando al máximo de mis capacidades”.
Más allá de las historias curiosas, el actor también reflexionó en la nota sobre su paso por el cine y el fenómeno de American Pie, la comedia adolescente que marcó a una generación y que lo llevó a la fama. “Esa película no podría hacerse hoy”, opinó en diálogo con BuzzFeed News. Y explicó: “Recuerdo leer el guion y sorprenderme con la idea de que hubiera cámaras en las computadoras. Hoy sería inaceptable lo que eso representa”.
A qué se dedica Jason Biggs en la actualidad
Luego del éxito que alcanzó con American Pie y sus respectivas secuelas, el actor no quería quedarse encasillado en aquel papel que lo llevó a la fama, por lo que decidió aceptar papeles que le significaran un verdadero desafío. Así fue que protagonizó la obra El graduado en Broadway con Alicia Silverstone y Kathleen Turner, y también formó parte del elenco de la película de Woody Allen, Todo lo demás estrenada en 2003.
Años después de pelearla en varias producciones sin volver a tener el éxito que tenían las películas de American Pie, llegó Orange is the new black, la serie de Netflix de la que formó parte durante cuatro temporadas: las dos primeras, la quinta y la séptima. Pero, con el tiempo, le llegó la posibilidad de probar una nueva faceta en reality shows e, irónicamente, se convirtió en jurado de pasteles en Blue Ribbon Baking Championship (Netflix).En la actualidad, Jason Biggs trabaja en su primera película como director, Getaway, la cual también lo tendrá como protagonista.