Los restos de Hugo Orlando Gatti, el arquero más excéntrico y carismático que conoció el fútbol argentino, son velados este lunes en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires. Desde las 10 y hasta las 17 horas, familiares, excompañeros, amigos y fanáticos se acercan a Perú 160 para rendirle homenaje a una leyenda que marcó a varias generaciones con su estilo bajo los tres palos.
El velatorio se realiza con acceso al público, tal como se hace con las grandes figuras populares. A las puertas del edificio, su hijo mayor, Lucas Gatti, recibe a quienes llegan conmovidos por la pérdida. Entre los primeros en acercarse estuvieron Enrique Hrabina y Jorge “Pipa” Higuaín, compañeros de Gatti en sus últimos años en Boca.
“Una persona querible, lo quería mucho y lo tengo en el corazón”, dijo Higuaín. Hrabina, fiel a su estilo, lo recordó con cariño y una sonrisa: “Lo grande que fue y el espectáculo que daba. No le gustaba entrenar en el arco, decía que era un jugador que tenía la suerte de usar las manos”.
También dijeron presente figuras del ambiente como Guillermo Coppola, exrepresentante de Diego Maradona, y Carlos Randazzo, quienes llegaron juntos en moto.
El velatorio de Hugo Gatti en la Legislatura porteña
La muerte de Gatti, ocurrida este domingo a los 80 años, generó conmoción en el mundo del fútbol. Su salud se había deteriorado considerablemente en los últimos meses. En febrero sufrió una caída en la vía pública que derivó en una fractura de cadera. Fue internado en el Hospital Pirovano, donde contrajo una infección intrahospitalaria. Con el correr de los días, su cuadro se agravó por una neumonía, insuficiencia cardíaca e insuficiencia renal, lo que lo dejó en coma farmacológico durante más de 60 días. El parte médico del hospital fue concluyente: su estado era irreversible. Finalmente, fue desconectado del respirador mecánico y falleció el domingo por la tarde.
En medio del dolor, su hijo Lucas reveló un dato íntimo y conmovedor: “La realidad es que mi padre se fue el día que murió mi madre, hace ocho meses. A partir de ahí, no era Superman”.
La Legislatura porteña se convirtió en escenario de despedida para un futbolista que dejó huella. Desde las instituciones que lo vieron brillar llegaron mensajes de afecto. Boca Juniors, donde se convirtió en ídolo, envió una importante corona y publicó en sus redes un mensaje sentido: “El Club Atlético Boca Juniors lamenta profundamente el fallecimiento de Hugo Orlando Gatti, ídolo eterno y multicampeón Xeneize. ¡Hasta siempre, Loco!”.
El Loco Gatti y su ballet 💙💛💙 pic.twitter.com/0VjAxrw0WH
— Boca Juniors (@BocaJrsOficial) April 20, 2025
También se sumaron al homenaje clubes como Gimnasia y Esgrima La Plata y Unión de Santa Fe, donde tuvo pasos importantes. Desde España, el periodista Josep Pedrerol, conductor de “El Chiringuito”, lo despidió con emoción, recordando su paso por el programa como panelista y su personalidad arrolladora.
A lo largo de su carrera, Gatti disputó 765 partidos oficiales (récord para el fútbol argentino) y dejó una marca imborrable por su estilo desafiante y revolucionario para la época. Debutó en Atlanta en 1962, pasó por River, Gimnasia y Unión, pero fue en Boca donde alcanzó la gloria. Entre 1976 y 1988 defendió el arco xeneize en 417 encuentros, récord absoluto para un arquero en el club. Ganó seis títulos, entre ellos dos Copas Libertadores (1977 y 1978) y la Copa Intercontinental de 1977 frente al Borussia Mönchengladbach.
Defendió la valla de la selección argentina en 18 oportunidades y formó parte del plantel que participó en el Mundial de Inglaterra 1966. Su estilo adelantado, su capacidad para jugar con los pies y su personalidad provocadora lo convirtieron en una figura única.
Además de su legado futbolístico, Gatti se transformó en un personaje mediático. En sus últimos años, se mantuvo vigente como panelista en programas de televisión en España, donde se hizo popular por sus opiniones desafiantes y su estilo frontal.
Este lunes, en el corazón de Buenos Aires, el fútbol argentino lo despide con honores. El Loco, el de los 26 penales atajados, el creador de “La de Dios”, el que achicaba a los rivales con una sonrisa en la cara, recibe el último mimo y el último aplauso.
Los restos de Hugo Orlando Gatti, el arquero más excéntrico y carismático que conoció el fútbol argentino, son velados este lunes en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires. Desde las 10 y hasta las 17 horas, familiares, excompañeros, amigos y fanáticos se acercan a Perú 160 para rendirle homenaje a una leyenda que marcó a varias generaciones con su estilo bajo los tres palos.
El velatorio se realiza con acceso al público, tal como se hace con las grandes figuras populares. A las puertas del edificio, su hijo mayor, Lucas Gatti, recibe a quienes llegan conmovidos por la pérdida. Entre los primeros en acercarse estuvieron Enrique Hrabina y Jorge “Pipa” Higuaín, compañeros de Gatti en sus últimos años en Boca.
“Una persona querible, lo quería mucho y lo tengo en el corazón”, dijo Higuaín. Hrabina, fiel a su estilo, lo recordó con cariño y una sonrisa: “Lo grande que fue y el espectáculo que daba. No le gustaba entrenar en el arco, decía que era un jugador que tenía la suerte de usar las manos”.
También dijeron presente figuras del ambiente como Guillermo Coppola, exrepresentante de Diego Maradona, y Carlos Randazzo, quienes llegaron juntos en moto.
El velatorio de Hugo Gatti en la Legislatura porteña
La muerte de Gatti, ocurrida este domingo a los 80 años, generó conmoción en el mundo del fútbol. Su salud se había deteriorado considerablemente en los últimos meses. En febrero sufrió una caída en la vía pública que derivó en una fractura de cadera. Fue internado en el Hospital Pirovano, donde contrajo una infección intrahospitalaria. Con el correr de los días, su cuadro se agravó por una neumonía, insuficiencia cardíaca e insuficiencia renal, lo que lo dejó en coma farmacológico durante más de 60 días. El parte médico del hospital fue concluyente: su estado era irreversible. Finalmente, fue desconectado del respirador mecánico y falleció el domingo por la tarde.
En medio del dolor, su hijo Lucas reveló un dato íntimo y conmovedor: “La realidad es que mi padre se fue el día que murió mi madre, hace ocho meses. A partir de ahí, no era Superman”.
La Legislatura porteña se convirtió en escenario de despedida para un futbolista que dejó huella. Desde las instituciones que lo vieron brillar llegaron mensajes de afecto. Boca Juniors, donde se convirtió en ídolo, envió una importante corona y publicó en sus redes un mensaje sentido: “El Club Atlético Boca Juniors lamenta profundamente el fallecimiento de Hugo Orlando Gatti, ídolo eterno y multicampeón Xeneize. ¡Hasta siempre, Loco!”.
El Loco Gatti y su ballet 💙💛💙 pic.twitter.com/0VjAxrw0WH
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También se sumaron al homenaje clubes como Gimnasia y Esgrima La Plata y Unión de Santa Fe, donde tuvo pasos importantes. Desde España, el periodista Josep Pedrerol, conductor de “El Chiringuito”, lo despidió con emoción, recordando su paso por el programa como panelista y su personalidad arrolladora.
A lo largo de su carrera, Gatti disputó 765 partidos oficiales (récord para el fútbol argentino) y dejó una marca imborrable por su estilo desafiante y revolucionario para la época. Debutó en Atlanta en 1962, pasó por River, Gimnasia y Unión, pero fue en Boca donde alcanzó la gloria. Entre 1976 y 1988 defendió el arco xeneize en 417 encuentros, récord absoluto para un arquero en el club. Ganó seis títulos, entre ellos dos Copas Libertadores (1977 y 1978) y la Copa Intercontinental de 1977 frente al Borussia Mönchengladbach.
Defendió la valla de la selección argentina en 18 oportunidades y formó parte del plantel que participó en el Mundial de Inglaterra 1966. Su estilo adelantado, su capacidad para jugar con los pies y su personalidad provocadora lo convirtieron en una figura única.
Además de su legado futbolístico, Gatti se transformó en un personaje mediático. En sus últimos años, se mantuvo vigente como panelista en programas de televisión en España, donde se hizo popular por sus opiniones desafiantes y su estilo frontal.
Este lunes, en el corazón de Buenos Aires, el fútbol argentino lo despide con honores. El Loco, el de los 26 penales atajados, el creador de “La de Dios”, el que achicaba a los rivales con una sonrisa en la cara, recibe el último mimo y el último aplauso.