La campaña agrícola 2025/26 comenzará con una cuota de alivio para el sector agropecuario. Luego de un ciclo marcado por la incertidumbre que generó La Niña, fenómeno climático que reduce las precipitaciones en gran parte del país—, el sistema atmosférico ingresó en una nueva etapa. Se trata de una transición hacia un estado de “neutral cálido”, que podría ofrecer mejores condiciones para las próximas siembras y estabilizar el escenario productivo en los meses venideros.
Así lo explicó el especialista en agrclimatología Eduardo Sierra, quien señaló que el fenómeno de La Niña ya se disipó hacia fines de marzo, y que esa transición generó una importante liberación de energía. “Eso fue lo que provocó tormentas fuertes como las de Bahía Blanca y Tucumán”, detalló. Desde entonces, el panorama comenzó a ordenarse, con un régimen de lluvias más regular en la Argentina, mientras que en Paraguay persisten precipitaciones intensas.
Arrendamientos 2025/26: negociaciones demoradas a la espera de un horizonte más despejado
“Estamos entrando en una fase más parecida a El Niño, lo que se denomina neutral cálido. Esto va a augurar una buena temporada para 2025-26”, subrayó.
Aunque el pronóstico general es positivo, el invierno no será completamente benigno. Sierra explicó que los vientos polares están activos y seguirán provocando masas de aire frío y seco que recorrerán el país. “No va a ser un invierno seco; las lluvias van a estar muy moderadas”, adelantó. En zonas como el sudoeste de la región pampeana y el este de Cuyo se esperan precipitaciones por debajo de lo normal, mientras que en la cordillera habrá tormentas y nevadas importantes.
“La mayor parte del área agrícola va a recibir lluvias dentro del rango medio estacional, lo cual es bueno para la implantación de cultivos de invierno”, señaló Sierra. Pero advirtió que en algunos sectores del nordeste los aportes podrían ser excesivos. Además, el ingreso de aire polar traerá heladas tempranas, lo que puede complicar algunas zonas.
Primavera
Para la primavera, el panorama se vuelve más alentador. El especialista prevé precipitaciones abundantes en gran parte del país, gracias al fortalecimiento del patrón cálido en el Pacífico. Sin embargo, advirtió que no se descartan “perturbaciones”, especialmente por la persistencia de tormentas en la Cordillera Sur, que podrían derivar en heladas tardías y reactivar áreas secas en el límite entre La Pampa, Córdoba y Buenos Aires.
“El verano también pinta bien, con lluvias dentro del promedio”, dijo. Aun así, al norte del país podrían registrarse excesos hídricos, mientras que algunas zonas del oeste y sudoeste podrían seguir con focos de déficit. También habrá que estar atentos al calor: “Es posible que se registren olas de calor intensas, sobre todo por la persistencia de focos cálidos en el sur del Cerrado brasileño”.
Para Sierra, este neutral cálido es el escenario “casi ideal” para el agro, ya que no genera los desbalances extremos que traen tanto El Niño como La Niña. “Las mejores producciones se dan cuando el Pacífico no se aparta demasiado de su temperatura media. En años de Niña, suele secarse la región pampeana y llover en exceso en el NOA. En años Niño, pasa al revés. En cambio, ahora estamos en un punto intermedio, con condiciones más estables para la planificación agrícola”, explicó.
Sin embargo, el especialista hizo un llamado a la prudencia: “La tendencia climática es positiva, pero el manejo del sistema productivo tiene que hacerse con realismo. No hay que subestimar las perturbaciones.”
En cuanto a lo que se espera para las próximas semanas, Sierra explicó que el otoño sigue avanzando con condiciones climáticas típicas de la estación: temperaturas más bajas, vientos del sur y pocas lluvias. En los próximos días predominará el tiempo fresco y seco, con algunos focos de precipitaciones en el norte del país y posibles heladas en el centro y oeste del área agrícola.
Hasta el 23 de abril, según Sierra las lluvias serán escasas en la mayor parte del territorio, salvo en sectores del norte como el este del NOA, el oeste del Chaco, Paraguay y zonas del norte de Buenos Aires, donde pueden darse acumulados entre 10 y 25 milímetros. En el resto del país los aportes serán muy bajos o nulos.
Además, el ingreso de un frente frío provocará una baja importante en las temperaturas, con riesgo de heladas en zonas del centro y oeste. Las mínimas podrían ubicarse por debajo de los 5°C, especialmente en áreas como Cuyo, el centro de La Pampa y el sur de Buenos Aires. En las serranías del NOA y del oeste del país, podrían registrarse valores por debajo de 0°C.
“Vamos a tener tiempo otoñal, con lluvias escasas y temperaturas mínimas que pueden provocar heladas generales en el oeste agrícola”, señaló Sierra.
Para la semana siguiente, entre el 24 y el 30 de abril, las condiciones serán similares: persistencia de aire frío, lluvias limitadas y temperaturas moderadamente bajas. Solo se prevén precipitaciones significativas en la Cordillera Sur y sectores del norte de Paraguay y Misiones.
La campaña agrícola 2025/26 comenzará con una cuota de alivio para el sector agropecuario. Luego de un ciclo marcado por la incertidumbre que generó La Niña, fenómeno climático que reduce las precipitaciones en gran parte del país—, el sistema atmosférico ingresó en una nueva etapa. Se trata de una transición hacia un estado de “neutral cálido”, que podría ofrecer mejores condiciones para las próximas siembras y estabilizar el escenario productivo en los meses venideros.
Así lo explicó el especialista en agrclimatología Eduardo Sierra, quien señaló que el fenómeno de La Niña ya se disipó hacia fines de marzo, y que esa transición generó una importante liberación de energía. “Eso fue lo que provocó tormentas fuertes como las de Bahía Blanca y Tucumán”, detalló. Desde entonces, el panorama comenzó a ordenarse, con un régimen de lluvias más regular en la Argentina, mientras que en Paraguay persisten precipitaciones intensas.
Arrendamientos 2025/26: negociaciones demoradas a la espera de un horizonte más despejado
“Estamos entrando en una fase más parecida a El Niño, lo que se denomina neutral cálido. Esto va a augurar una buena temporada para 2025-26”, subrayó.
Aunque el pronóstico general es positivo, el invierno no será completamente benigno. Sierra explicó que los vientos polares están activos y seguirán provocando masas de aire frío y seco que recorrerán el país. “No va a ser un invierno seco; las lluvias van a estar muy moderadas”, adelantó. En zonas como el sudoeste de la región pampeana y el este de Cuyo se esperan precipitaciones por debajo de lo normal, mientras que en la cordillera habrá tormentas y nevadas importantes.
“La mayor parte del área agrícola va a recibir lluvias dentro del rango medio estacional, lo cual es bueno para la implantación de cultivos de invierno”, señaló Sierra. Pero advirtió que en algunos sectores del nordeste los aportes podrían ser excesivos. Además, el ingreso de aire polar traerá heladas tempranas, lo que puede complicar algunas zonas.
Primavera
Para la primavera, el panorama se vuelve más alentador. El especialista prevé precipitaciones abundantes en gran parte del país, gracias al fortalecimiento del patrón cálido en el Pacífico. Sin embargo, advirtió que no se descartan “perturbaciones”, especialmente por la persistencia de tormentas en la Cordillera Sur, que podrían derivar en heladas tardías y reactivar áreas secas en el límite entre La Pampa, Córdoba y Buenos Aires.
“El verano también pinta bien, con lluvias dentro del promedio”, dijo. Aun así, al norte del país podrían registrarse excesos hídricos, mientras que algunas zonas del oeste y sudoeste podrían seguir con focos de déficit. También habrá que estar atentos al calor: “Es posible que se registren olas de calor intensas, sobre todo por la persistencia de focos cálidos en el sur del Cerrado brasileño”.
Para Sierra, este neutral cálido es el escenario “casi ideal” para el agro, ya que no genera los desbalances extremos que traen tanto El Niño como La Niña. “Las mejores producciones se dan cuando el Pacífico no se aparta demasiado de su temperatura media. En años de Niña, suele secarse la región pampeana y llover en exceso en el NOA. En años Niño, pasa al revés. En cambio, ahora estamos en un punto intermedio, con condiciones más estables para la planificación agrícola”, explicó.
Sin embargo, el especialista hizo un llamado a la prudencia: “La tendencia climática es positiva, pero el manejo del sistema productivo tiene que hacerse con realismo. No hay que subestimar las perturbaciones.”
En cuanto a lo que se espera para las próximas semanas, Sierra explicó que el otoño sigue avanzando con condiciones climáticas típicas de la estación: temperaturas más bajas, vientos del sur y pocas lluvias. En los próximos días predominará el tiempo fresco y seco, con algunos focos de precipitaciones en el norte del país y posibles heladas en el centro y oeste del área agrícola.
Hasta el 23 de abril, según Sierra las lluvias serán escasas en la mayor parte del territorio, salvo en sectores del norte como el este del NOA, el oeste del Chaco, Paraguay y zonas del norte de Buenos Aires, donde pueden darse acumulados entre 10 y 25 milímetros. En el resto del país los aportes serán muy bajos o nulos.
Además, el ingreso de un frente frío provocará una baja importante en las temperaturas, con riesgo de heladas en zonas del centro y oeste. Las mínimas podrían ubicarse por debajo de los 5°C, especialmente en áreas como Cuyo, el centro de La Pampa y el sur de Buenos Aires. En las serranías del NOA y del oeste del país, podrían registrarse valores por debajo de 0°C.
“Vamos a tener tiempo otoñal, con lluvias escasas y temperaturas mínimas que pueden provocar heladas generales en el oeste agrícola”, señaló Sierra.
Para la semana siguiente, entre el 24 y el 30 de abril, las condiciones serán similares: persistencia de aire frío, lluvias limitadas y temperaturas moderadamente bajas. Solo se prevén precipitaciones significativas en la Cordillera Sur y sectores del norte de Paraguay y Misiones.