Los terneros para invernada están volando en los remates de los últimos días. Según datos de la consultora AZ-Group, a principios de diciembre los machos de 160-180 kilos se vendían a un promedio de 3411$/kg, con una suba de 4,2% respecto de fin de noviembre. Como los novillos gordos de 430-460 kilos cotizaron a 2352$/kg en el mismo período, la relación de compraventa se catapultó a 1,45:1, muy desfavorable para el invernador.
Dato histórico: el campo tiene soja sin vender por más de US$3100 millones
Javier Lafuente, de la consignataria Melicurá, justifica la suba en el rebrote de los campos tras las lluvias, en que en esta época del año ya no hay terneros y en la decisión tradicional de muchos invernadores que vendieron novillos gordos y quieren mantener un capital en hacienda, aunque haya que pagarla cara. “En este momento ya no hay terneros livianos de parición de invierno-primavera y tampoco se ven los de parición de otoño, que se terminaron en octubre; solo quedan unos pocos terneros recriados más pesados”, distingue.
La suba de precio fue muy abrupta, en pocos días, y Lafuente aconseja esperar un poco para ver donde quedan las cotizaciones, una vez que se estabilicen el mercado y las condiciones climáticas.
Por otra parte, los invernadores pueden enfrentar un nuevo inconveniente con uno de sus principales insumos: complicaciones en la producción de maíz por ataques de Mal de Rio Cuarto. Está reapareciendo la chicharrita causante de esa enfermedad (Delphacodes kuscheli), que resulta vector del virus que provoca el Mal. Profesionales del INTA y del Centro de Investigaciones Agropecuarias de Córdoba están desarrollando estudios en distintas localidades tendientes a validar un modelo predictor de la evolución de la población del insecto.
Las determinaciones efectuadas hasta el 30 de noviembre de 2024 mostraron una población baja en las localidades de General Pico, Huinca Renancó y Chaján; moderada en Coronel Moldes, Bulnes y Santa Rosa, y alta en Río Cuarto y Adelia María.
Para atenuar el riesgo de ataques, los profesionales recomiendan evitar que los momentos de picos de población de vectores coincidan con los primeros 30 días del cultivo; utilizar híbridos tolerantes y desarrollar un manejo del maíz que evite factores que resientan su normal desarrollo y generen estrés, como mala nutrición, fitotoxicidad por herbicidas, competencia por malezas y daños por insectos.
Los terneros para invernada están volando en los remates de los últimos días. Según datos de la consultora AZ-Group, a principios de diciembre los machos de 160-180 kilos se vendían a un promedio de 3411$/kg, con una suba de 4,2% respecto de fin de noviembre. Como los novillos gordos de 430-460 kilos cotizaron a 2352$/kg en el mismo período, la relación de compraventa se catapultó a 1,45:1, muy desfavorable para el invernador.
Dato histórico: el campo tiene soja sin vender por más de US$3100 millones
Javier Lafuente, de la consignataria Melicurá, justifica la suba en el rebrote de los campos tras las lluvias, en que en esta época del año ya no hay terneros y en la decisión tradicional de muchos invernadores que vendieron novillos gordos y quieren mantener un capital en hacienda, aunque haya que pagarla cara. “En este momento ya no hay terneros livianos de parición de invierno-primavera y tampoco se ven los de parición de otoño, que se terminaron en octubre; solo quedan unos pocos terneros recriados más pesados”, distingue.
La suba de precio fue muy abrupta, en pocos días, y Lafuente aconseja esperar un poco para ver donde quedan las cotizaciones, una vez que se estabilicen el mercado y las condiciones climáticas.
Por otra parte, los invernadores pueden enfrentar un nuevo inconveniente con uno de sus principales insumos: complicaciones en la producción de maíz por ataques de Mal de Rio Cuarto. Está reapareciendo la chicharrita causante de esa enfermedad (Delphacodes kuscheli), que resulta vector del virus que provoca el Mal. Profesionales del INTA y del Centro de Investigaciones Agropecuarias de Córdoba están desarrollando estudios en distintas localidades tendientes a validar un modelo predictor de la evolución de la población del insecto.
Las determinaciones efectuadas hasta el 30 de noviembre de 2024 mostraron una población baja en las localidades de General Pico, Huinca Renancó y Chaján; moderada en Coronel Moldes, Bulnes y Santa Rosa, y alta en Río Cuarto y Adelia María.
Para atenuar el riesgo de ataques, los profesionales recomiendan evitar que los momentos de picos de población de vectores coincidan con los primeros 30 días del cultivo; utilizar híbridos tolerantes y desarrollar un manejo del maíz que evite factores que resientan su normal desarrollo y generen estrés, como mala nutrición, fitotoxicidad por herbicidas, competencia por malezas y daños por insectos.