Contrastes

En esta imagen hay tres niveles. En primera línea, la señora que avanza, vestida como podría estarlo cualquier mujer en cualquier rincón del mundo occidental, sin mirar siquiera el estallido pop que asoma en la segunda línea: Marilyn, Darth Vader y Doc Brown en alegre convivencia con Stalin y Lenin. La señora, quizás vecina del lugar, pasa frente al restaurante Mak Fly (¿homenaje a Marty McFly, el protagonista de Volver al futuro?), especializado en hamburguesas y papas fritas, y abierto sobre la Avenida Lenin, en la zona bajo control ruso de Mariúpol, ciudad portuaria que la comunidad internacional sigue reconociendo como ucraniana. Aquí viene entonces el tercer nivel de la foto: la liviandad juguetona del gesto pop (Lenin, psicodelia y el jopo de Presley), incrustada en territorio de tragedia. Mariúpol es escenario de guerra y, a la vez, de contrastes indescifrables.

En esta imagen hay tres niveles. En primera línea, la señora que avanza, vestida como podría estarlo cualquier mujer en cualquier rincón del mundo occidental, sin mirar siquiera el estallido pop que asoma en la segunda línea: Marilyn, Darth Vader y Doc Brown en alegre convivencia con Stalin y Lenin. La señora, quizás vecina del lugar, pasa frente al restaurante Mak Fly (¿homenaje a Marty McFly, el protagonista de Volver al futuro?), especializado en hamburguesas y papas fritas, y abierto sobre la Avenida Lenin, en la zona bajo control ruso de Mariúpol, ciudad portuaria que la comunidad internacional sigue reconociendo como ucraniana. Aquí viene entonces el tercer nivel de la foto: la liviandad juguetona del gesto pop (Lenin, psicodelia y el jopo de Presley), incrustada en territorio de tragedia. Mariúpol es escenario de guerra y, a la vez, de contrastes indescifrables.

 

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