Acuerdo con LLA: Pro se reúne para autorizar a Ritondo a conformar un frente opositor en la provincia de Buenos Aires

Se avecinan horas de nerviosismo y Pro se tambalea como nunca antes. A cinco días de que finalice el plazo para inscribir las alianzas para las legislativas bonaerenses del 7 de septiembre, las autoridades de la fuerza que lidera Mauricio Macri se reúnen este mediodía en la sede partidaria para autorizar a Cristian Ritondo a firmar un frente opositor a Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires.

Dado que los resultados preliminares de las conversaciones para cerrar un acuerdo de convergencia con La Libertad Avanza (LLA) indican que la negociación está encaminada, Ritondo confía en que saldrá del cónclave con el visto bueno para avanzar con el entendimiento con los representantes de Javier Milei en el distrito bonaerense.

La Asamblea partidaria, que preside Néstor Grindetti, le dará las facultades para pactar de manera orgánica frentes opositores al kirchnerismo, sin especificar con qué fuerza o circunscribirlo al espacio de Milei.

“Hoy lo que va a pasar es salir aprobado que la mesa ejecutiva puede llevar a cabo un frente electoral. Hay una actitud de Pro de escuchar a los bonaerenses que nos piden que vayamos juntos”, dijo Ritondo al ingresar al búnker partido.

Los Milei impusieron las condiciones, más allá de que accedieron a firmar una alianza con Pro y descartaron la fórmula de la fusión o adhesión, una idea que era resistida por Mauricio Macri. Por caso, el nombre de la coalición será “Frente La Libertad Avanza”. Y los violetas mantendrán su logo y color en las boletas.

En concreto, aún resta saber si Pro se mantendrá unido o saldrá partido de las conversaciones con LLA para aunar fuerzas en la provincia rumbo a los comicios del 7 de septiembre. Es que aún no hubo avances en la discusión de la letra chica del acuerdo en distritos clave gobernados por intendentes macristas, como Soledad Martínez (Vicente López), Pablo Petrecca (Junín) o Diego Reyes (Puan) o María José Gentile (9 de Julio), entre otros.

Ritondo, que luce como un equilibrista en la cuerda floja, intenta superar los últimos escollos antes de sellar el entendimiento con los libertarios. Su prioridad es preservar los terruños de los trece intendentes amarillos y conseguir puestos potables en las nóminas de legisladores provinciales para los representantes de las diferentes tribus del partido de Macri. “Nos pidieron quince legisladores provinciales; eso no se lo vamos a dar y ellos lo van a entender”, advierten desde el búnker de LLA.

Entre Pro y LLA controlan 17 municipios. La discusión para confluir en las listas es compleja. Por un lado, los jefes municipales pretender tener el manejo de la lapicera a la hora de armar la nómina de concejales. Es que el resultado de la compulsa en esa categoría puede asegurarles o complicarles la gobernabilidad en sus distritos. Y quieren inocularse ante posibles deslealtades de sus nuevos socios.

En paralelo, deben negociar los puestos en las nóminas legislativas en las ocho secciones electorales. En la provincia se ponen en juego 46 bancas de diputados y 23, del Senado.

“No hay definiciones concretas. Tenemos buena voluntad, pero no hay avances”, remarca el intendente de uno de los distritos de Pro. Las tratativas más tirantes se dan en los lugares donde gestionan dirigentes que responden a Jorge Macri, como Vicente López o Junín.

Los amarillos no descartan planes alternativos en sus distritos en caso de que no lleguen a un entendimiento con LLA. Por caso, podrían reeditar Juntos por el Cambio y buscar acuerdos locales con el radicalismo o los peronistas no K, como Guillermo Britos o Fernando Gray y Joaquín de la Torre. De hecho, varios ya buscaron sellos para competir por fuera de Pro.

Entre los distritos más relevantes que gobiernan macristas y libertarios están Vicente López, San Isidro, Tres de Febrero, Junín y General Pueyrredón, cabecera de la quinta sección, donde se renuevan cinco bancas del Senado. El municipio gestionado por Guillermo Montenegro es uno de los distritos más poblados del interior bonaerense. Esa zona suele permear más el mensaje de la derecha o del antiperonismo que en el conurbano bonaerense.

En el comando proselitista de Milei se ilusionan con concretar una avanzada sobre Kicillof y los municipios dominados por Cristina Kirchner tras el triunfo de Manuel Adorni en la Capital.

Como pretende que su modelo libertario encuentre eco en la gran fortaleza del peronismo, el Presidente propició una alianza con Macri en Buenos Aires, pese a la comedia de enredos que protagonizaron Pro y LLA en el territorio porteño. La convergencia con Milei le abre al macrismo un camino de supervivencia. “Hay que pasar el 2025”, repiten los acuerdistas.

Se avecinan horas de nerviosismo y Pro se tambalea como nunca antes. A cinco días de que finalice el plazo para inscribir las alianzas para las legislativas bonaerenses del 7 de septiembre, las autoridades de la fuerza que lidera Mauricio Macri se reúnen este mediodía en la sede partidaria para autorizar a Cristian Ritondo a firmar un frente opositor a Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires.

Dado que los resultados preliminares de las conversaciones para cerrar un acuerdo de convergencia con La Libertad Avanza (LLA) indican que la negociación está encaminada, Ritondo confía en que saldrá del cónclave con el visto bueno para avanzar con el entendimiento con los representantes de Javier Milei en el distrito bonaerense.

La Asamblea partidaria, que preside Néstor Grindetti, le dará las facultades para pactar de manera orgánica frentes opositores al kirchnerismo, sin especificar con qué fuerza o circunscribirlo al espacio de Milei.

“Hoy lo que va a pasar es salir aprobado que la mesa ejecutiva puede llevar a cabo un frente electoral. Hay una actitud de Pro de escuchar a los bonaerenses que nos piden que vayamos juntos”, dijo Ritondo al ingresar al búnker partido.

Los Milei impusieron las condiciones, más allá de que accedieron a firmar una alianza con Pro y descartaron la fórmula de la fusión o adhesión, una idea que era resistida por Mauricio Macri. Por caso, el nombre de la coalición será “Frente La Libertad Avanza”. Y los violetas mantendrán su logo y color en las boletas.

En concreto, aún resta saber si Pro se mantendrá unido o saldrá partido de las conversaciones con LLA para aunar fuerzas en la provincia rumbo a los comicios del 7 de septiembre. Es que aún no hubo avances en la discusión de la letra chica del acuerdo en distritos clave gobernados por intendentes macristas, como Soledad Martínez (Vicente López), Pablo Petrecca (Junín) o Diego Reyes (Puan) o María José Gentile (9 de Julio), entre otros.

Ritondo, que luce como un equilibrista en la cuerda floja, intenta superar los últimos escollos antes de sellar el entendimiento con los libertarios. Su prioridad es preservar los terruños de los trece intendentes amarillos y conseguir puestos potables en las nóminas de legisladores provinciales para los representantes de las diferentes tribus del partido de Macri. “Nos pidieron quince legisladores provinciales; eso no se lo vamos a dar y ellos lo van a entender”, advierten desde el búnker de LLA.

Entre Pro y LLA controlan 17 municipios. La discusión para confluir en las listas es compleja. Por un lado, los jefes municipales pretender tener el manejo de la lapicera a la hora de armar la nómina de concejales. Es que el resultado de la compulsa en esa categoría puede asegurarles o complicarles la gobernabilidad en sus distritos. Y quieren inocularse ante posibles deslealtades de sus nuevos socios.

En paralelo, deben negociar los puestos en las nóminas legislativas en las ocho secciones electorales. En la provincia se ponen en juego 46 bancas de diputados y 23, del Senado.

“No hay definiciones concretas. Tenemos buena voluntad, pero no hay avances”, remarca el intendente de uno de los distritos de Pro. Las tratativas más tirantes se dan en los lugares donde gestionan dirigentes que responden a Jorge Macri, como Vicente López o Junín.

Los amarillos no descartan planes alternativos en sus distritos en caso de que no lleguen a un entendimiento con LLA. Por caso, podrían reeditar Juntos por el Cambio y buscar acuerdos locales con el radicalismo o los peronistas no K, como Guillermo Britos o Fernando Gray y Joaquín de la Torre. De hecho, varios ya buscaron sellos para competir por fuera de Pro.

Entre los distritos más relevantes que gobiernan macristas y libertarios están Vicente López, San Isidro, Tres de Febrero, Junín y General Pueyrredón, cabecera de la quinta sección, donde se renuevan cinco bancas del Senado. El municipio gestionado por Guillermo Montenegro es uno de los distritos más poblados del interior bonaerense. Esa zona suele permear más el mensaje de la derecha o del antiperonismo que en el conurbano bonaerense.

En el comando proselitista de Milei se ilusionan con concretar una avanzada sobre Kicillof y los municipios dominados por Cristina Kirchner tras el triunfo de Manuel Adorni en la Capital.

Como pretende que su modelo libertario encuentre eco en la gran fortaleza del peronismo, el Presidente propició una alianza con Macri en Buenos Aires, pese a la comedia de enredos que protagonizaron Pro y LLA en el territorio porteño. La convergencia con Milei le abre al macrismo un camino de supervivencia. “Hay que pasar el 2025”, repiten los acuerdistas.

 

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