Ya se pueden importar reproductores bovinos en pie desde los Estados Unidos si se cumple con un certificado veterinario especial. La Argentina cumplió así con un pedido que había marcado en abril pasado la administración de Donald Trump, cuando la Casa Blanca se quejó en un documento: “La Argentina ha prohibido las importaciones de ganado vivo estadounidense desde 2002 debido a preocupaciones infundadas en relación con la encefalopatía espongiforme bovina [mal de la vaca loca]”. Mientras el país le concedió esto a Estados Unidos, desde hace 20 años esa nación impide que puedan entrar semen y embriones de ganado argentino.
En el buscador de Certificados de Exportación y Acuerdos de Importación de Animales Vivos y Material Reproductivo de la Dirección de Sanidad Animal del Senasa ya figura Estados Unidos cuando se consulta por “bovinos” y “reproducción”. No aparece la fecha de vigencia, pero, según remarcaron en empresas vinculadas con el negocio, hace unos meses no era factible traer reproductores en pie de ese mercado.
Además de Estados Unidos, ya se podía ingresar animales vivos para reproducción de Uruguay, Paraguay, Brasil, Nueva Zelanda y Chile. Una alta fuente al tanto del tema precisó que ya está vigente la posibilidad de traer reproductores en pie de Estados Unidos.
EE.UU. exportó 21.141 animales de ganado bovino al mundo en 2024 por unos US$56 millones. Tuvo destinos como Canadá, México, Turquía, Arabia Saudita, Vietnam, Tailandia, Filipinas, entre otros mercados.
Como contó LA NACION en abril pasado, en 2024 la Argentina importó de distintos países 3,099 millones de dosis de semen bovino. De ese total, el 90,62% correspondió al biotipo del ganado lechero y el restante 9,38% al ganado carnicero. De lo que se importó el 81,8% fue de animales Holando, un 5% de Angus negro y el 13,2% de otras razas. Entre el 60 y el 65% de las importaciones de semen provinieron de los Estados Unidos. La Argentina, en cambio, como se mencionó, no puede exportar semen ni embriones a Estados Unidos. “Nunca lo tuvimos [al protocolo para vender material genético a EE.UU.] ni tampoco quieren sentarse a negociar”, dijo un experto que consideró esta situación de “barrera paraarancelaria”. La genética argentina, no obstante la traba, sí llega a EE.UU. vía Canadá con un proceso particular: los embriones van a Canadá, se ponen en vacas receptoras, se producen los nacimientos y luego los animales ingresan a EE.UU.
Según expertos del sector, con el ingreso de reproductores en pie de EE.UU. podría haber una demanda para ganado lechero y puntualmente para carne con animales jóvenes que, a través de la genómica, demuestren un interés comercial. La Argentina ya tiene una genética cárnica de muy buena calidad y es posible la demanda esté más volcada, como se precisó, al ganado lechero.
En la Cámara Argentina de Biotecnología de la Reproducción e Inseminación Artificial (Cabia) ya tienen empresas atentas a los requisitos para el ingreso.
Las universidades salieron a defender al INTA y criticaron los cambios que quiere el Gobierno
De acuerdo a información que trascendió, entre los requisitos, en EE.UU. los animales deben haber sido aislados en un establecimiento autorizado, bajo la supervisión del servicio sanitario norteamericano por un período mínimo de 30 días. Esto además de haber sido sometidos a pruebas de diagnóstico.
En este marco se mencionan diversos requisitos sanitarios. Se destaca que en cuanto a la fiebre aftosa los animales proceden de los Estados Unidos, reconocido por la OMSA [Organización Mundial de la Salud Animal] como libre de fiebre aftosa sin vacunación. Sobre la vaca loca se consigna que los animales provienen de un país reconocido por la OMSA como de “riesgo insignificante”.
Entre otros puntos también se indicó, dijeron, que se debe garantizar el cumplimiento de la prohibición del uso de proteínas animales para la alimentación de rumiantes, salvo proteínas consideradas exentas de riesgo por la Argentina.
Ya se pueden importar reproductores bovinos en pie desde los Estados Unidos si se cumple con un certificado veterinario especial. La Argentina cumplió así con un pedido que había marcado en abril pasado la administración de Donald Trump, cuando la Casa Blanca se quejó en un documento: “La Argentina ha prohibido las importaciones de ganado vivo estadounidense desde 2002 debido a preocupaciones infundadas en relación con la encefalopatía espongiforme bovina [mal de la vaca loca]”. Mientras el país le concedió esto a Estados Unidos, desde hace 20 años esa nación impide que puedan entrar semen y embriones de ganado argentino.
En el buscador de Certificados de Exportación y Acuerdos de Importación de Animales Vivos y Material Reproductivo de la Dirección de Sanidad Animal del Senasa ya figura Estados Unidos cuando se consulta por “bovinos” y “reproducción”. No aparece la fecha de vigencia, pero, según remarcaron en empresas vinculadas con el negocio, hace unos meses no era factible traer reproductores en pie de ese mercado.
Además de Estados Unidos, ya se podía ingresar animales vivos para reproducción de Uruguay, Paraguay, Brasil, Nueva Zelanda y Chile. Una alta fuente al tanto del tema precisó que ya está vigente la posibilidad de traer reproductores en pie de Estados Unidos.
EE.UU. exportó 21.141 animales de ganado bovino al mundo en 2024 por unos US$56 millones. Tuvo destinos como Canadá, México, Turquía, Arabia Saudita, Vietnam, Tailandia, Filipinas, entre otros mercados.
Como contó LA NACION en abril pasado, en 2024 la Argentina importó de distintos países 3,099 millones de dosis de semen bovino. De ese total, el 90,62% correspondió al biotipo del ganado lechero y el restante 9,38% al ganado carnicero. De lo que se importó el 81,8% fue de animales Holando, un 5% de Angus negro y el 13,2% de otras razas. Entre el 60 y el 65% de las importaciones de semen provinieron de los Estados Unidos. La Argentina, en cambio, como se mencionó, no puede exportar semen ni embriones a Estados Unidos. “Nunca lo tuvimos [al protocolo para vender material genético a EE.UU.] ni tampoco quieren sentarse a negociar”, dijo un experto que consideró esta situación de “barrera paraarancelaria”. La genética argentina, no obstante la traba, sí llega a EE.UU. vía Canadá con un proceso particular: los embriones van a Canadá, se ponen en vacas receptoras, se producen los nacimientos y luego los animales ingresan a EE.UU.
Según expertos del sector, con el ingreso de reproductores en pie de EE.UU. podría haber una demanda para ganado lechero y puntualmente para carne con animales jóvenes que, a través de la genómica, demuestren un interés comercial. La Argentina ya tiene una genética cárnica de muy buena calidad y es posible la demanda esté más volcada, como se precisó, al ganado lechero.
En la Cámara Argentina de Biotecnología de la Reproducción e Inseminación Artificial (Cabia) ya tienen empresas atentas a los requisitos para el ingreso.
Las universidades salieron a defender al INTA y criticaron los cambios que quiere el Gobierno
De acuerdo a información que trascendió, entre los requisitos, en EE.UU. los animales deben haber sido aislados en un establecimiento autorizado, bajo la supervisión del servicio sanitario norteamericano por un período mínimo de 30 días. Esto además de haber sido sometidos a pruebas de diagnóstico.
En este marco se mencionan diversos requisitos sanitarios. Se destaca que en cuanto a la fiebre aftosa los animales proceden de los Estados Unidos, reconocido por la OMSA [Organización Mundial de la Salud Animal] como libre de fiebre aftosa sin vacunación. Sobre la vaca loca se consigna que los animales provienen de un país reconocido por la OMSA como de “riesgo insignificante”.
Entre otros puntos también se indicó, dijeron, que se debe garantizar el cumplimiento de la prohibición del uso de proteínas animales para la alimentación de rumiantes, salvo proteínas consideradas exentas de riesgo por la Argentina.