Biomédica revela qué es mejor que caminar 10.000 pasos al día: “Es una pérdida de tiempo”

Mantenerse activo físicamente se convirtió en una recomendación frecuente para quienes buscan vivir más y mejor. Sin embargo, la científica biomédica Rhonda Patrick planteó una crítica directa a uno de los hábitos más extendidos: caminar 10.000 pasos al día. En una reciente entrevista, advirtió que esta práctica no sería la más eficaz para mejorar la salud ni para alargar la vida.

Durante su conversación con el pódcast ‘School of Greatness’, Patrick lanzó una afirmación contundente: “Creo que 10.000 pasos deberían reemplazarse por 10 minutos de ejercicio vigoroso al día”.

Desde su punto de vista, caminar largas distancias no asegura beneficios importantes en la salud metabólica ni cardiovascular, especialmente si se compara con rutinas más exigentes.

Patrick se ha especializado en envejecimiento saludable y es conocida por su rol como cofundadora del FoundMyFitness Science Podcast, en el que desde 2012 divulga investigaciones científicas enfocadas en hábitos de vida saludables y longevidad.

Su carrera incluye estudios en bioquímica en la Universidad de Tennessee y UC San Diego, así como una formación doctoral en el St. Jude Children’s Research Hospital y un periodo como investigadora posdoctoral en el Children’s Hospital Oakland.

Para la investigadora, un objetivo más efectivo que alcanzar una cifra de pasos sería mejorar la capacidad cardiorrespiratoria, medida a través del VO2 máximo. “Las personas que se encuentran en el 2,3 % superior en VO2 máximo tienen un riesgo 80 % menor de muerte por todas las causas en comparación con las del extremo inferior”, explicó. Desde su perspectiva, este indicador resulta ser uno de los más fiables para predecir la salud general y la esperanza de vida.

Además, Patrick citó un reconocido estudio dirigido por el cardiólogo Benjamin Levine, en el que se evaluaron los efectos del reposo absoluto en jóvenes sanos. “Después de ese tiempo, su capacidad cardiorrespiratoria se desplomó más que en los 30 años posteriores de envejecimiento”, comentó, resaltando la rapidez con la que puede deteriorarse la condición física en ausencia de ejercicio intenso.

Para respaldar su argumento, Patrick mencionó una investigación que comparó dos tipos de actividad física durante una jornada laboral de ocho horas.

En el estudio, un grupo caminaba 30 minutos, mientras que otro realizaba 10 sentadillas cada 45 minutos. Según la científica, los resultados favorecieron a quienes hicieron sentadillas, ya que lograron una mejor regulación de la glucosa. “Caminar es mejor que nada, pero no aumenta el VO2 máximo de manera considerable”, sostuvo.

En otros episodios de su podcast, Patrick ha profundizado en la influencia de ciertos nutrientes en la salud y la prevención de enfermedades.

Uno de ellos es el magnesio, cuya deficiencia podría tener consecuencias graves. La científica advirtió que “consumir menos del 75 % de la dosis diaria recomendada de este mineral se asocia a un 76 % más de riesgo de cáncer de páncreas”.

Además, enfatizó la importancia del magnesio en la protección celular: “El magnesio es vital para prevenir el daño al ADN. Sin niveles adecuados, las enzimas no pueden reparar eficazmente las lesiones provocadas por el estrés ambiental y metabólico”.

A esto sumó que su consumo, ya sea mediante suplementos o alimentos ricos en el mineral, se vincula con una disminución significativa de la mortalidad general y por enfermedades oncológicas. “El efecto protector es claro y dosis-dependiente”, puntualizó.

Por Camila Paola Sánchez Fajardo

Mantenerse activo físicamente se convirtió en una recomendación frecuente para quienes buscan vivir más y mejor. Sin embargo, la científica biomédica Rhonda Patrick planteó una crítica directa a uno de los hábitos más extendidos: caminar 10.000 pasos al día. En una reciente entrevista, advirtió que esta práctica no sería la más eficaz para mejorar la salud ni para alargar la vida.

Durante su conversación con el pódcast ‘School of Greatness’, Patrick lanzó una afirmación contundente: “Creo que 10.000 pasos deberían reemplazarse por 10 minutos de ejercicio vigoroso al día”.

Desde su punto de vista, caminar largas distancias no asegura beneficios importantes en la salud metabólica ni cardiovascular, especialmente si se compara con rutinas más exigentes.

Patrick se ha especializado en envejecimiento saludable y es conocida por su rol como cofundadora del FoundMyFitness Science Podcast, en el que desde 2012 divulga investigaciones científicas enfocadas en hábitos de vida saludables y longevidad.

Su carrera incluye estudios en bioquímica en la Universidad de Tennessee y UC San Diego, así como una formación doctoral en el St. Jude Children’s Research Hospital y un periodo como investigadora posdoctoral en el Children’s Hospital Oakland.

Para la investigadora, un objetivo más efectivo que alcanzar una cifra de pasos sería mejorar la capacidad cardiorrespiratoria, medida a través del VO2 máximo. “Las personas que se encuentran en el 2,3 % superior en VO2 máximo tienen un riesgo 80 % menor de muerte por todas las causas en comparación con las del extremo inferior”, explicó. Desde su perspectiva, este indicador resulta ser uno de los más fiables para predecir la salud general y la esperanza de vida.

Además, Patrick citó un reconocido estudio dirigido por el cardiólogo Benjamin Levine, en el que se evaluaron los efectos del reposo absoluto en jóvenes sanos. “Después de ese tiempo, su capacidad cardiorrespiratoria se desplomó más que en los 30 años posteriores de envejecimiento”, comentó, resaltando la rapidez con la que puede deteriorarse la condición física en ausencia de ejercicio intenso.

Para respaldar su argumento, Patrick mencionó una investigación que comparó dos tipos de actividad física durante una jornada laboral de ocho horas.

En el estudio, un grupo caminaba 30 minutos, mientras que otro realizaba 10 sentadillas cada 45 minutos. Según la científica, los resultados favorecieron a quienes hicieron sentadillas, ya que lograron una mejor regulación de la glucosa. “Caminar es mejor que nada, pero no aumenta el VO2 máximo de manera considerable”, sostuvo.

En otros episodios de su podcast, Patrick ha profundizado en la influencia de ciertos nutrientes en la salud y la prevención de enfermedades.

Uno de ellos es el magnesio, cuya deficiencia podría tener consecuencias graves. La científica advirtió que “consumir menos del 75 % de la dosis diaria recomendada de este mineral se asocia a un 76 % más de riesgo de cáncer de páncreas”.

Además, enfatizó la importancia del magnesio en la protección celular: “El magnesio es vital para prevenir el daño al ADN. Sin niveles adecuados, las enzimas no pueden reparar eficazmente las lesiones provocadas por el estrés ambiental y metabólico”.

A esto sumó que su consumo, ya sea mediante suplementos o alimentos ricos en el mineral, se vincula con una disminución significativa de la mortalidad general y por enfermedades oncológicas. “El efecto protector es claro y dosis-dependiente”, puntualizó.

Por Camila Paola Sánchez Fajardo

 

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