Saúl Valverde-Venegas, un migrante latino que vive en Buffalo, Nueva York, salió a trabajar como cada mañana. Cargaba herramientas junto a un compañero cuando varios agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) lo interceptaron. A pesar de que contaba con un permiso de trabajo en regla, fue arrestado y enviado al centro de detención de Batavia. “Es bueno, nunca se mete en problemas”, aseguró su esposa, Paula Díaz.
El arresto en Buffalo: “Salimos a trabajar y nos pillaron sin más”
El 23 de abril, Valverde-Venegas y su compañero Milton Zúniga Miranda estaban en la esquina de Rhode Island y la calle 14, en el lado oeste de Buffalo. Cargaban herramientas en su camioneta, ya que son contratistas de techos, cuando agentes del ICE y del FBI los interceptaron. “Salimos a trabajar y nos pillaron sin más”, dijo.
En una entrevista con Investigative Post, el migrante contó que los agentes le pidieron su identificación y él se las mostró. “Dijeron que todo estaba bien cuando les pregunté”, señaló.
A pesar de que los agentes le contestaron que no había problemas, algo ocurría. “Tuvieron que llevarme a la oficina para confirmar algo”, explicó. Así, lo trasladaron al edificio Delaware North, en el centro de la ciudad, donde funciona una oficina del ICE.
Estuvo detenido en ese lugar durante varias horas, sin ninguna información sobre qué pasaba. Venegas llamó a su esposa, Paula Díaz, quien le envió la documentación que demostraba que contaba con autorización laboral vigente.
Pese a ello, los agentes afirmaron que había un problema. “Le dijeron que algo andaba mal con el papel, que no coincidía con lo que él decía”, explicó su cuñada, Fabiola Vargas.
La detención y el traslado a Batavia: “Solo tenemos que esperar”
Tras su arresto, Valverde-Venegas fue trasladado a Batavia, donde permanece detenido sin fecha definida para una audiencia judicial. El ICE le había dicho que se presentaría ante un juez el 29 de abril, con la posibilidad de quedar en libertad bajo una fianza de US$1500, pero la audiencia fue cancelada y no fijaron una nueva. “Estoy tratando de tener una mentalidad fuerte”, dijo.
En Batavia, contó, “no hay opciones (para hacer nada), así que solo tenemos que esperar”. También se refirió a las condiciones de detención: “Como en todas las cárceles, la comida es mala”.
Qué dice ICE de su estatus migratorio y la respuesta de su familia
De acuerdo a la información de Investigative Post, un portavoz de ICE aseguró que Venegas había ingresado de modo ilegal a Estados Unidos en 2013. Además, afirmó que había acumulado “varias infracciones de tránsito” que lo hacen susceptible a una orden de deportación.
Venegas rechazó la versión oficial. Dijo que su estatus le permite trabajar legalmente en Estados Unidos y negó tener deudas pendientes por infracciones de tránsito. “Yo pagué (las multas) así que no sé de qué están hablando”, aseguró.
También su familia desmintió al ICE. Aseguraron que incluso el migrante estaba en proceso de obtener una tarjeta de residencia permanente. Mientras permanece detenido, su esposa busca un abogado que lo represente, ya que teme que sea deportado. “Es bueno, es un buen padre. Nunca se mete en problemas”, concluyó su mujer.
Saúl Valverde-Venegas, un migrante latino que vive en Buffalo, Nueva York, salió a trabajar como cada mañana. Cargaba herramientas junto a un compañero cuando varios agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) lo interceptaron. A pesar de que contaba con un permiso de trabajo en regla, fue arrestado y enviado al centro de detención de Batavia. “Es bueno, nunca se mete en problemas”, aseguró su esposa, Paula Díaz.
El arresto en Buffalo: “Salimos a trabajar y nos pillaron sin más”
El 23 de abril, Valverde-Venegas y su compañero Milton Zúniga Miranda estaban en la esquina de Rhode Island y la calle 14, en el lado oeste de Buffalo. Cargaban herramientas en su camioneta, ya que son contratistas de techos, cuando agentes del ICE y del FBI los interceptaron. “Salimos a trabajar y nos pillaron sin más”, dijo.
En una entrevista con Investigative Post, el migrante contó que los agentes le pidieron su identificación y él se las mostró. “Dijeron que todo estaba bien cuando les pregunté”, señaló.
A pesar de que los agentes le contestaron que no había problemas, algo ocurría. “Tuvieron que llevarme a la oficina para confirmar algo”, explicó. Así, lo trasladaron al edificio Delaware North, en el centro de la ciudad, donde funciona una oficina del ICE.
Estuvo detenido en ese lugar durante varias horas, sin ninguna información sobre qué pasaba. Venegas llamó a su esposa, Paula Díaz, quien le envió la documentación que demostraba que contaba con autorización laboral vigente.
Pese a ello, los agentes afirmaron que había un problema. “Le dijeron que algo andaba mal con el papel, que no coincidía con lo que él decía”, explicó su cuñada, Fabiola Vargas.
La detención y el traslado a Batavia: “Solo tenemos que esperar”
Tras su arresto, Valverde-Venegas fue trasladado a Batavia, donde permanece detenido sin fecha definida para una audiencia judicial. El ICE le había dicho que se presentaría ante un juez el 29 de abril, con la posibilidad de quedar en libertad bajo una fianza de US$1500, pero la audiencia fue cancelada y no fijaron una nueva. “Estoy tratando de tener una mentalidad fuerte”, dijo.
En Batavia, contó, “no hay opciones (para hacer nada), así que solo tenemos que esperar”. También se refirió a las condiciones de detención: “Como en todas las cárceles, la comida es mala”.
Qué dice ICE de su estatus migratorio y la respuesta de su familia
De acuerdo a la información de Investigative Post, un portavoz de ICE aseguró que Venegas había ingresado de modo ilegal a Estados Unidos en 2013. Además, afirmó que había acumulado “varias infracciones de tránsito” que lo hacen susceptible a una orden de deportación.
Venegas rechazó la versión oficial. Dijo que su estatus le permite trabajar legalmente en Estados Unidos y negó tener deudas pendientes por infracciones de tránsito. “Yo pagué (las multas) así que no sé de qué están hablando”, aseguró.
También su familia desmintió al ICE. Aseguraron que incluso el migrante estaba en proceso de obtener una tarjeta de residencia permanente. Mientras permanece detenido, su esposa busca un abogado que lo represente, ya que teme que sea deportado. “Es bueno, es un buen padre. Nunca se mete en problemas”, concluyó su mujer.