La oposición vuelve a presionar en la Cámara de Diputados a Martín Menem para interpelar a los dos ministros que, a principios de mayo, se negaron a asistir al Congreso para dar explicaciones por el caso $LIBRA: Mariano Cúneo Libarona (Justicia) y Luis Caputo (Economía).
En aquella sesión, el único que se presentó fue el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien enfrentó solo las preguntas por el escándalo cripto que hoy es investigado por la Justicia como una presunta estafa. En ese contexto, el presidente de la Cámara asumió públicamente el compromiso de volver a citar a los funcionarios ausentes ese miércoles. Pero ahora retrasa la convocatoria y alega que necesita una nueva solicitud formal de los bloques para avanzar.
Los impulsores de la interpelación -Unión por la Patria, Encuentro Federal, los radicales del bloque Democracia, la Coalición Cívica y la Izquierda- acusan a Menem de buscar “atajos reglamentarios” para “ayudar” a los ministros a eludir su obligación constitucional. Menem admite haber cursado las citaciones, pero aclara que aún no recibió confirmación de asistencia de los funcionarios.
Cúneo y Caputo habían sido convocados junto a Francos, pero se ausentaron con excusas similares: el primero adujo “compromisos urgentes” y el segundo, “cuestiones de agenda impostergables”. Las notas justificando sus ausencias llegaron el mismo día de la sesión.
Esta vez, la oposición no quiere quedar expuesta. Exige garantías de que los ministros asistirán antes de formalizar el pedido de sesión: reunir el quorum en medio de la campaña porteña implica un esfuerzo político que no están dispuestos a desperdiciar. En paralelo, el oficialismo maniobra para desactivar una escena incómoda en la recta final de una elección clave en la Ciudad, donde compite cabeza a cabeza con Pro.
Los libertarios no quieren correr riesgos innecesarios. El miércoles -el mismo día previsto para la interpelación- coincidirá con los cierres de campaña en la ciudad de Buenos Aires. Un paso en falso podría costar caro. Manuel Adorni, el candidato de Javier Milei para encabezar la lista de legisladores porteños, fue uno de los apuntados durante la exposición de Francos por su cercanía con Karina Milei, señalada como la funcionaria que habilitó el acceso de los empresarios cripto a la Casa Rosada.
La oposición aún debate el cómo y el cuándo. Algunos sectores creen que el momento ideal para citar a Caputo y Cúneo es después de la elección porteña, cuando el resultado pueda inclinar a más diputados a habilitar la discusión. Incluso especulan con un eventual respaldo del macrismo, si cae derrotado en su bastión.
Como salida intermedia, los bloques preparan una nota para exigir garantías antes de activar la sesión. Menem, por su parte, podría reiterar lo ya dicho: que las citaciones fueron enviadas, pero aún no obtuvo respuesta. Es un juego de resistencia que amenaza con diluirse en la nada. Con la campaña en su punto máximo, el Congreso podría entrar en pausa formal, aunque la oposición no soltará el caso: seguirá evaluando los próximos pasos para reactivar la interpelación.
La oposición vuelve a presionar en la Cámara de Diputados a Martín Menem para interpelar a los dos ministros que, a principios de mayo, se negaron a asistir al Congreso para dar explicaciones por el caso $LIBRA: Mariano Cúneo Libarona (Justicia) y Luis Caputo (Economía).
En aquella sesión, el único que se presentó fue el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien enfrentó solo las preguntas por el escándalo cripto que hoy es investigado por la Justicia como una presunta estafa. En ese contexto, el presidente de la Cámara asumió públicamente el compromiso de volver a citar a los funcionarios ausentes ese miércoles. Pero ahora retrasa la convocatoria y alega que necesita una nueva solicitud formal de los bloques para avanzar.
Los impulsores de la interpelación -Unión por la Patria, Encuentro Federal, los radicales del bloque Democracia, la Coalición Cívica y la Izquierda- acusan a Menem de buscar “atajos reglamentarios” para “ayudar” a los ministros a eludir su obligación constitucional. Menem admite haber cursado las citaciones, pero aclara que aún no recibió confirmación de asistencia de los funcionarios.
Cúneo y Caputo habían sido convocados junto a Francos, pero se ausentaron con excusas similares: el primero adujo “compromisos urgentes” y el segundo, “cuestiones de agenda impostergables”. Las notas justificando sus ausencias llegaron el mismo día de la sesión.
Esta vez, la oposición no quiere quedar expuesta. Exige garantías de que los ministros asistirán antes de formalizar el pedido de sesión: reunir el quorum en medio de la campaña porteña implica un esfuerzo político que no están dispuestos a desperdiciar. En paralelo, el oficialismo maniobra para desactivar una escena incómoda en la recta final de una elección clave en la Ciudad, donde compite cabeza a cabeza con Pro.
Los libertarios no quieren correr riesgos innecesarios. El miércoles -el mismo día previsto para la interpelación- coincidirá con los cierres de campaña en la ciudad de Buenos Aires. Un paso en falso podría costar caro. Manuel Adorni, el candidato de Javier Milei para encabezar la lista de legisladores porteños, fue uno de los apuntados durante la exposición de Francos por su cercanía con Karina Milei, señalada como la funcionaria que habilitó el acceso de los empresarios cripto a la Casa Rosada.
La oposición aún debate el cómo y el cuándo. Algunos sectores creen que el momento ideal para citar a Caputo y Cúneo es después de la elección porteña, cuando el resultado pueda inclinar a más diputados a habilitar la discusión. Incluso especulan con un eventual respaldo del macrismo, si cae derrotado en su bastión.
Como salida intermedia, los bloques preparan una nota para exigir garantías antes de activar la sesión. Menem, por su parte, podría reiterar lo ya dicho: que las citaciones fueron enviadas, pero aún no obtuvo respuesta. Es un juego de resistencia que amenaza con diluirse en la nada. Con la campaña en su punto máximo, el Congreso podría entrar en pausa formal, aunque la oposición no soltará el caso: seguirá evaluando los próximos pasos para reactivar la interpelación.