El gobierno de Donald Trump quiere que los turistas del Mundial 2026 la pasen bien, pero por poco tiempo

El gobierno de Donald Trump afirma que los aficionados al fútbol extranjeros que tengan planeado asistir a la Copa Mundial de la FIFA del año que viene son bienvenidos a pasar un buen rato, pero no mucho tiempo.

En una reunión del grupo de trabajo sobre la Copa del Mundo celebrada el martes en la Casa Blanca, funcionarios del gobierno extendieron una bienvenida condicional a quienes quisieran asistir al torneo, que Estados Unidos coorganiza junto a Canadá y México.

“Todo el mundo es bienvenido a venir y ver este increíble evento”, afirmó el vicepresidente JD Vance. “Pero cuando se acabe el tiempo, tendrán que volver a casa. Si no, tendrán que hablar con la secretaria Noem”, añadió, refiriéndose a Kristi Noem, la secretaria de Seguridad Nacional, otro miembro del panel.

“Welcome to the first meeting of the White House FIFA Task Force. Starting this June, the United States will host the 2025 Club World Cup. And next summer, we’ll host the official 2026 World Cup tournament.” –President Donald J. Trump 🇺🇸 pic.twitter.com/c5FETUhj9N

— The White House (@WhiteHouse) May 7, 2025

Noem, que intervino a continuación, no expandió la advertencia de Vance. Pero Sean Duffy, secretario de Transporte, no tardó en hacerse eco de sus sentimientos. “Hagan un viaje por carretera. Vean Estados Unidos”, dijo a los visitantes potenciales. Pero al instante añadió: “No se queden más tiempo del que tengan en la visa. No se queden mucho tiempo”.

Las bruscas advertencias a los turistas para que no excedan la duración de sus visas están en consonancia con el enfoque del gobierno de Trump respecto a los extranjeros en los últimos meses, que ha incluido no solo la deportación de inmigrantes presentes ilegalmente en Estados Unidos, sino también esfuerzos para expulsar o rechazar a algunas personas autorizadas a estar en el país.

Esta postura agresiva ha llevado a muchos países a emitir alertas de viaje, advirtiendo a sus ciudadanos de que sean cautelosos cuando viajen a Estados Unidos.

No está claro si el enfoque del gobierno de Trump respecto a los visitantes extranjeros afectará al auge turístico que suele traer consigo una Copa del Mundo.

La Copa del Mundo, un evento que se organiza cada cuatro años y en el que las selecciones nacionales de fútbol de todo el mundo compiten por grandes premios en metálico, un trofeo de oro y el derecho a presumir a escala internacional, atrae a millones de espectadores. En 2022, cuando Qatar acogió la competición, asistieron a los partidos 3,4 millones de personas, según la FIFA, de las cuales más de un millón viajaron desde el extranjero.

Casi una decena de ciudades y áreas metropolitanas de Estados Unidos se beneficiarán de la afluencia de visitantes al albergar los juegos el año que viene: Atlanta, Boston, Dallas, Houston, Kansas City, Los Ángeles, Miami, Nueva York/Nueva Jersey, Filadelfia, Seattle y la bahía de San Francisco. La final de la Copa del Mundo se celebrará en el estadio MetLife, sede de los dos equipos de la NFL de Nueva York, los Giants y los Jets.

Canadá albergará partidos en Toronto y Vancouver, mientras que México lo hará en Guadalajara, Ciudad de México y Monterrey.

Trump indicó durante la reunión del grupo de trabajo celebrada el martes que era muy consciente del potencial económico de la Copa del Mundo, señalando que “estos eventos, si se hacen bien, generan una enorme cantidad de dinero y prestigio”. Señaló que apoyaría los esfuerzos del Congreso para presupuestar 625 millones de dólares destinados a reforzar la seguridad en torno a los juegos, de los que habrá más que en anteriores competiciones: la Copa del Mundo de 2026 contará con 48 equipos, frente a los 32 anteriores. Setenta y ocho de los 104 partidos se celebrarán en Estados Unidos.

El propio Trump no ofreció ninguna admonición a los posibles visitantes, pero hizo una severa advertencia cuando se le preguntó si los manifestantes propalestinos podrían tener dificultades para asistir.

“Creo que la gente tiene permitido protestar”, dijo. “Tienes que hacerlo de un modo razonable —no necesariamente amistoso, sino razonable—, de lo contrario Pam vendrá por ti y tendrás un gran problema”, añadió, refiriéndose a Pam Bondi, la fiscal general. Bondi estuvo presente en la reunión, pero no se dirigió a los periodistas.

El gobierno de Trump ha estado intentando deportar a varios ciudadanos extranjeros, entre ellos al menos un titular de una green card, que participaron en activismo propalestino en campus universitarios, como parte de una ofensiva que ha inspirado un amplio debate sobre los derechos de la Primera Enmienda. Sin embargo, las muestras de solidaridad palestina son habituales en los partidos de la Copa Mundial.

En la Copa Mundial de 2022, miembros de la selección de Marruecos enarbolaron banderas palestinas mientras celebraban su victoria sobre España. Los aficionados desplegaron pancartas gigantes con la bandera palestina y las palabras “Palestina libre” durante los partidos entre Túnez y Australia y Países Bajos y Qatar. Y los cánticos a favor de Palestina fueron habituales en muchos partidos.

Noem dijo que su departamento ya había empezado a tramitar documentos de viaje y solicitudes de visa para una nueva competición de clubes patrocinada por la FIFA, que se disputará en Estados Unidos este verano. Dijo que ese acontecimiento sería precursor de la Copa del Mundo de 2026, y que el gobierno pondría “todas las manos a la obra para asegurarse de que todo salga bien”.

Trump ha confiado la gestión de la Copa del Mundo de 2026 a Andrew Giuliani, hijo de Rudolph Giuliani, exalcalde de Nueva York, quien anteriormente fue abogado de Trump. El presidente nombró el martes al menor de los Giuliani como director ejecutivo del grupo de trabajo.

Andrew Giuliani fue asistente especial y director adjunto de la Oficina de Enlace Público de la Casa Blanca durante el primer mandato de Trump. Su historial como golfista profesional le ha valido elogios de Trump.

El gobierno de Donald Trump afirma que los aficionados al fútbol extranjeros que tengan planeado asistir a la Copa Mundial de la FIFA del año que viene son bienvenidos a pasar un buen rato, pero no mucho tiempo.

En una reunión del grupo de trabajo sobre la Copa del Mundo celebrada el martes en la Casa Blanca, funcionarios del gobierno extendieron una bienvenida condicional a quienes quisieran asistir al torneo, que Estados Unidos coorganiza junto a Canadá y México.

“Todo el mundo es bienvenido a venir y ver este increíble evento”, afirmó el vicepresidente JD Vance. “Pero cuando se acabe el tiempo, tendrán que volver a casa. Si no, tendrán que hablar con la secretaria Noem”, añadió, refiriéndose a Kristi Noem, la secretaria de Seguridad Nacional, otro miembro del panel.

“Welcome to the first meeting of the White House FIFA Task Force. Starting this June, the United States will host the 2025 Club World Cup. And next summer, we’ll host the official 2026 World Cup tournament.” –President Donald J. Trump 🇺🇸 pic.twitter.com/c5FETUhj9N

— The White House (@WhiteHouse) May 7, 2025

Noem, que intervino a continuación, no expandió la advertencia de Vance. Pero Sean Duffy, secretario de Transporte, no tardó en hacerse eco de sus sentimientos. “Hagan un viaje por carretera. Vean Estados Unidos”, dijo a los visitantes potenciales. Pero al instante añadió: “No se queden más tiempo del que tengan en la visa. No se queden mucho tiempo”.

Las bruscas advertencias a los turistas para que no excedan la duración de sus visas están en consonancia con el enfoque del gobierno de Trump respecto a los extranjeros en los últimos meses, que ha incluido no solo la deportación de inmigrantes presentes ilegalmente en Estados Unidos, sino también esfuerzos para expulsar o rechazar a algunas personas autorizadas a estar en el país.

Esta postura agresiva ha llevado a muchos países a emitir alertas de viaje, advirtiendo a sus ciudadanos de que sean cautelosos cuando viajen a Estados Unidos.

No está claro si el enfoque del gobierno de Trump respecto a los visitantes extranjeros afectará al auge turístico que suele traer consigo una Copa del Mundo.

La Copa del Mundo, un evento que se organiza cada cuatro años y en el que las selecciones nacionales de fútbol de todo el mundo compiten por grandes premios en metálico, un trofeo de oro y el derecho a presumir a escala internacional, atrae a millones de espectadores. En 2022, cuando Qatar acogió la competición, asistieron a los partidos 3,4 millones de personas, según la FIFA, de las cuales más de un millón viajaron desde el extranjero.

Casi una decena de ciudades y áreas metropolitanas de Estados Unidos se beneficiarán de la afluencia de visitantes al albergar los juegos el año que viene: Atlanta, Boston, Dallas, Houston, Kansas City, Los Ángeles, Miami, Nueva York/Nueva Jersey, Filadelfia, Seattle y la bahía de San Francisco. La final de la Copa del Mundo se celebrará en el estadio MetLife, sede de los dos equipos de la NFL de Nueva York, los Giants y los Jets.

Canadá albergará partidos en Toronto y Vancouver, mientras que México lo hará en Guadalajara, Ciudad de México y Monterrey.

Trump indicó durante la reunión del grupo de trabajo celebrada el martes que era muy consciente del potencial económico de la Copa del Mundo, señalando que “estos eventos, si se hacen bien, generan una enorme cantidad de dinero y prestigio”. Señaló que apoyaría los esfuerzos del Congreso para presupuestar 625 millones de dólares destinados a reforzar la seguridad en torno a los juegos, de los que habrá más que en anteriores competiciones: la Copa del Mundo de 2026 contará con 48 equipos, frente a los 32 anteriores. Setenta y ocho de los 104 partidos se celebrarán en Estados Unidos.

El propio Trump no ofreció ninguna admonición a los posibles visitantes, pero hizo una severa advertencia cuando se le preguntó si los manifestantes propalestinos podrían tener dificultades para asistir.

“Creo que la gente tiene permitido protestar”, dijo. “Tienes que hacerlo de un modo razonable —no necesariamente amistoso, sino razonable—, de lo contrario Pam vendrá por ti y tendrás un gran problema”, añadió, refiriéndose a Pam Bondi, la fiscal general. Bondi estuvo presente en la reunión, pero no se dirigió a los periodistas.

El gobierno de Trump ha estado intentando deportar a varios ciudadanos extranjeros, entre ellos al menos un titular de una green card, que participaron en activismo propalestino en campus universitarios, como parte de una ofensiva que ha inspirado un amplio debate sobre los derechos de la Primera Enmienda. Sin embargo, las muestras de solidaridad palestina son habituales en los partidos de la Copa Mundial.

En la Copa Mundial de 2022, miembros de la selección de Marruecos enarbolaron banderas palestinas mientras celebraban su victoria sobre España. Los aficionados desplegaron pancartas gigantes con la bandera palestina y las palabras “Palestina libre” durante los partidos entre Túnez y Australia y Países Bajos y Qatar. Y los cánticos a favor de Palestina fueron habituales en muchos partidos.

Noem dijo que su departamento ya había empezado a tramitar documentos de viaje y solicitudes de visa para una nueva competición de clubes patrocinada por la FIFA, que se disputará en Estados Unidos este verano. Dijo que ese acontecimiento sería precursor de la Copa del Mundo de 2026, y que el gobierno pondría “todas las manos a la obra para asegurarse de que todo salga bien”.

Trump ha confiado la gestión de la Copa del Mundo de 2026 a Andrew Giuliani, hijo de Rudolph Giuliani, exalcalde de Nueva York, quien anteriormente fue abogado de Trump. El presidente nombró el martes al menor de los Giuliani como director ejecutivo del grupo de trabajo.

Andrew Giuliani fue asistente especial y director adjunto de la Oficina de Enlace Público de la Casa Blanca durante el primer mandato de Trump. Su historial como golfista profesional le ha valido elogios de Trump.

 

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