Real Madrid sufrió pero ganó ante Celta de Vigo: no se despega de Barcelona y apuesta todo al clásico en Montjuic

No quiere perder ni un centímetro de distancia en la lucha por la corona de la Liga de España. No es una empresa sencilla porque su competidor es el de toda la vida y figura por encima en las posiciones. Sin embargo, Real Madrid cumple con golazos y también sufre, claro. Mientras tanto, espera un traspié de Barcelona para arrebatarle el escalón más alto en el tramo final de la competencia.

Apenas restan cuatro fechas para el cierre y la lucha entre dos colosos es apasionante. El conjunto merengue se impuso por 3-2 a Celta de Vigo (goleaba 3-0) y se agazapa a la espera de descontar los 4 puntos que lo separan de los culé.

Era vital la victoria de Real Madrid, porque le permite tener una chance concreta de dar un golpe sobre la mesa, porque la semana próxima tendrá la posibilidad de achicar todavía más la distancia con Barcelona, al que tendrá enfrente en Montjuïc. Aunque claro, el equipo de Carlo Ancelotti deberá ajustar algunas piezas: si bien sacó del camino a Celta, pagó el precio de haber sufrido demasiado, porque el partido lo dominaba con goleada por 3-0 y terminó cortando el aire en el Santiago Bernábeu.

Un traspié o el sinsabor de un empate inesperado del Madrid, que estuvo a nada de suceder ante Celta, hubiese facilitado el camino del Barça, que de ganar el clásico se hubiese proclamado campeón ante los merengues.

Más allá de la victoria y los golazos de Arda Güler y de Kylian Mbappé, que facturó por duplicado, el equipo de Ancelotti volvió a mostrar dos caras: la buena, con la que se puso 3-0 dominando casi a placer, y la mala, cuando con el ingreso de Iago Aspas perdió el control de todo y le marcaron dos goles que comprometieron seriamente la victoria en los compases finales.

Sólo la falta de puntería del equipo de Claudio Giráldez y las intervenciones de Courtois evitaron males mayores para un Madrid que se aferró también a la mejor versión de Güler, que abrió el marcador con un bombazo de colección.

Incluso, las estadísticas indican Mbappé con su “doblete” está a tan sólo un paso del escalón más alto en la lucha del máximo artillero de la competencia, ya que en el primer lugar está Robert Lewandowski con 25 goles, pero el polaco ya ve la sombra del francés que con las dos conquista ante Celta llegó 24 festejos.

Aunque claro, la imagen del final es la que termina pensando en esta historia, porque Real Madrid no logra encontrar su mejor versión y la mirada del uruguayo Federico Valverde, tras e partido, en una charla con el canal oficial del conjunto blanco resultó perfecto para entender el momento y lo que sucedió en el partido: “Bueno… era importante ganar e hicimos un primer tiempo muy bueno… pero luego nos venimos abajo. Y eso ha pasado muchas veces ya, en muchas competiciones. No puede ser, no puede suceder. Dejamos al rival muchos minutos para que se reconstruya, para que se sienta cómodo. Y claro, son un gran equipo, lo hacen muy bien y te ponen en apuros. Golazos, sí, los marcamos. Es verdad que nos han llevado a la victoria, felicito a mis compañeros, pero hay que mirar al equipo para mejorar”.

Y lógicamente, el contexto apremia, porque el choque con Barcelona está en el horizonte y Valverde no buscó ser políticamente correcto, sino que fue muy sincero en sus palabras: “Es el partido del año para nosotros, la última oportunidad de poder ganar la Liga, luchar. Intentaremos dar lo mejor para llevarnos los tres puntos”.

La esperanza de los blancos está centrada en ganar en el clásico del domingo próximo y pensar después en otro traspié de los blaugranas. Más cuando el calendario le presenta un camino con cierta dificultad a Barcelona, porque el martes próximo deberá medirse con Inter, en el Meazza, donde se jugará todo para estar en la final de Champions. Y será justo antes del clásico. La recta final también le presenta, derbi en el estadio de Espanyol, un duelo como local ante Villarreal y último encuentro en San Mamés frente a Athletic.

Mientras que Real Madrid sólo piensa en el clásico y después jugará contra Mallorca, en el Bernabéu, visitará el Sánchez-Pizjuán para medirse con Sevilla y cerrará ante Real Sociedad.

No quiere perder ni un centímetro de distancia en la lucha por la corona de la Liga de España. No es una empresa sencilla porque su competidor es el de toda la vida y figura por encima en las posiciones. Sin embargo, Real Madrid cumple con golazos y también sufre, claro. Mientras tanto, espera un traspié de Barcelona para arrebatarle el escalón más alto en el tramo final de la competencia.

Apenas restan cuatro fechas para el cierre y la lucha entre dos colosos es apasionante. El conjunto merengue se impuso por 3-2 a Celta de Vigo (goleaba 3-0) y se agazapa a la espera de descontar los 4 puntos que lo separan de los culé.

Era vital la victoria de Real Madrid, porque le permite tener una chance concreta de dar un golpe sobre la mesa, porque la semana próxima tendrá la posibilidad de achicar todavía más la distancia con Barcelona, al que tendrá enfrente en Montjuïc. Aunque claro, el equipo de Carlo Ancelotti deberá ajustar algunas piezas: si bien sacó del camino a Celta, pagó el precio de haber sufrido demasiado, porque el partido lo dominaba con goleada por 3-0 y terminó cortando el aire en el Santiago Bernábeu.

Un traspié o el sinsabor de un empate inesperado del Madrid, que estuvo a nada de suceder ante Celta, hubiese facilitado el camino del Barça, que de ganar el clásico se hubiese proclamado campeón ante los merengues.

Más allá de la victoria y los golazos de Arda Güler y de Kylian Mbappé, que facturó por duplicado, el equipo de Ancelotti volvió a mostrar dos caras: la buena, con la que se puso 3-0 dominando casi a placer, y la mala, cuando con el ingreso de Iago Aspas perdió el control de todo y le marcaron dos goles que comprometieron seriamente la victoria en los compases finales.

Sólo la falta de puntería del equipo de Claudio Giráldez y las intervenciones de Courtois evitaron males mayores para un Madrid que se aferró también a la mejor versión de Güler, que abrió el marcador con un bombazo de colección.

Incluso, las estadísticas indican Mbappé con su “doblete” está a tan sólo un paso del escalón más alto en la lucha del máximo artillero de la competencia, ya que en el primer lugar está Robert Lewandowski con 25 goles, pero el polaco ya ve la sombra del francés que con las dos conquista ante Celta llegó 24 festejos.

Aunque claro, la imagen del final es la que termina pensando en esta historia, porque Real Madrid no logra encontrar su mejor versión y la mirada del uruguayo Federico Valverde, tras e partido, en una charla con el canal oficial del conjunto blanco resultó perfecto para entender el momento y lo que sucedió en el partido: “Bueno… era importante ganar e hicimos un primer tiempo muy bueno… pero luego nos venimos abajo. Y eso ha pasado muchas veces ya, en muchas competiciones. No puede ser, no puede suceder. Dejamos al rival muchos minutos para que se reconstruya, para que se sienta cómodo. Y claro, son un gran equipo, lo hacen muy bien y te ponen en apuros. Golazos, sí, los marcamos. Es verdad que nos han llevado a la victoria, felicito a mis compañeros, pero hay que mirar al equipo para mejorar”.

Y lógicamente, el contexto apremia, porque el choque con Barcelona está en el horizonte y Valverde no buscó ser políticamente correcto, sino que fue muy sincero en sus palabras: “Es el partido del año para nosotros, la última oportunidad de poder ganar la Liga, luchar. Intentaremos dar lo mejor para llevarnos los tres puntos”.

La esperanza de los blancos está centrada en ganar en el clásico del domingo próximo y pensar después en otro traspié de los blaugranas. Más cuando el calendario le presenta un camino con cierta dificultad a Barcelona, porque el martes próximo deberá medirse con Inter, en el Meazza, donde se jugará todo para estar en la final de Champions. Y será justo antes del clásico. La recta final también le presenta, derbi en el estadio de Espanyol, un duelo como local ante Villarreal y último encuentro en San Mamés frente a Athletic.

Mientras que Real Madrid sólo piensa en el clásico y después jugará contra Mallorca, en el Bernabéu, visitará el Sánchez-Pizjuán para medirse con Sevilla y cerrará ante Real Sociedad.

 

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