Pro ajusta su estrategia y apunta sus cañones a Larreta en la recta final de la campaña

Los comicios del 18 de mayo en la Capital son cruciales para determinar la fortaleza de Pro en su base territorial y cómo transitará Jorge Macri los próximos dos años de su mandato. A sabiendas de que las encuestas le auguran un escenario desfavorable por la fragmentación de la oferta de la derecha y, sobre todo, la competencia con La Libertad Avanza, la fuerza de Javier Milei, los armadores porteños del partido amarillo realizaron en las últimas horas un ajuste en su estrategia de campaña con la intención de mejorar su performance en las urnas.

El objetivo central de la modificación de la hoja de ruta que trazó el consultor catalán Antoni Gutiérrez-Rubi y que ejecuta María Eugenia Vidal, jefa de campaña de Pro, es resaltar ante el electorado que Horacio Rodríguez Larreta ya no forma parte de Pro ni representa al espacio macrista en la compulsa con Manuel Adorni (LLA) y Leandro Santoro, el postulante patrocinado por el PJ capitalino.

En otras palabras, quieren evitar una eventual “confusión” en la ciudadanía y contener una fuga de apoyos. “Hay gente que no sabe que se fue y piensa que es el candidato de Pro. Ahí hay un porcentaje importante de votantes qué podríamos traer hacia nosotros”, dicen en la cúpula del gobierno porteño.

A sabiendas de que el resultado de la disputa del 18 de mayo próximo comenzará a determinar qué cuota de poder podrá retener Jorge Macri en la Legislatura porteña, los asesores de Pro resolvieron que apuntarán todos los cañones a Larreta para desgastar su figura.

En el búnker de Pro en Balcarce 412 detectaron que Silvia Lospennato, cabeza de la lista de legisladores porteños de Jorge Macri, aún mantiene un alto nivel de desconocimiento en el electorado. Por lo tanto, después de que Larreta confirmara en el debate que buscará volver a ser jefe de gobierno en 2027, procuran diferenciar al excandidato presidencial de JxC del sello de Pro. Larreta no solo rompió con sus exsocios para competir por fuera del macrismo en el frente Volvamos Buenos Aires, sino que impugna la gestión de su sucesor.

“Hay que recordarle a Larreta que la confusión es una forma de fraude”, subrayó ayer Laura Alonso, quien ocupa el tercer casillero en la lista de Lospennato.

En los cuarteles generales del macrismo admiten que tienen un escenario complicado. Tras el distanciamiento de la Casa Rosada, asumen que Pro corre el riesgo de terminar tercero. Sería un resultado complejo para el partido de los Macri, que mantiene hace años una hegemonía en el distrito. Por caso, vienen de ganar las últimas nueve elecciones.

Quienes hablaron con Mauricio Macri en los últimos días lo notaron prudente a la hora de arrojar pronósticos. Se inclina por pensar que las últimas 72 horas previas a la elección del 18 de mayo serán decisivas. Por eso, se puso al hombro la campaña y se involucra de manera activa en las recorridas para apuntalar a Lospennato, que trata de recorrer la ciudad con una prenda “amarilla”, el color de la marca Pro.

En la cúspide de Pro reconocen que enfrentan una campaña incómoda porque deben hacer un complejo equilibrio en la disputa con Javier Milei por el voto antikirchnerista. Apenas se cerraron las listas, Gutiérrez-Rubi transmitió a la tropa amarilla que no debían inquietarse por la irrupción de Larreta, ya que estimaba que el exjefe porteño atraía a los votantes opositores a Milei y actuaba como un ancla para Santoro. Es decir, calculaba que su presencia en la grilla de postulantes le ponía un techo al frente Es ahora Buenos Aires, que conforman las distintas ramas del PJ porteño, el kirchnerismo y sectores progresistas.

Sin embargo, apenas finalizó el debate porteño del martes pasado, Lospennato y Vidal salieron a confrontar con el exjefe de gobierno. Primero, la exgobernadora bonaerense y actual diputada lo cruzó a través de las redes por haber enumerado las obras que se inauguraron durante sus mandatos en la Ciudad. Le achacó que había sido un trabajo en “equipo” de las gestiones de Pro. Lospennato, otra exaliada de Larreta en 2023, le reprochó haber abandonado la fuerza que fundó Macri para lanzar una candidatura que podría ser funcional al kirchnerismo.

Mauricio Macri y el jefe porteño también se sumaron a la ofensiva para esmerilar a Larreta y subrayar ante la opinión pública que no representa a Pro en la competencia electoral de la Capital. “Si le hubiera ganado la interna a Bullrich, ¿se habría ido de Pro?”, planteó Macri. Entre tanto, los ministros porteños, como Gabriel Sánchez Zinny o Gabriela Ricardes, le recriminaron que haya dicho que Jorge Macri había hecho “cero” obras desde que asumió.

En el macrismo confían en la efectividad del artefacto de poder de la ciudad y el atractivo que supo tener la marca Pro en el electorado de la Capital. Su obsesión es municipalizar la discusión con sus contendientes. El principal escollo que encuentra esa estrategia es que Milei procura nacionalizar la campaña. Primero, instalaron el lema de Adorni es Milei, una jugada para transferirle al vocero el nivel de adhesión que tiene el Presidente en el electorado antikirchnerista. Luego, el propio Milei se involucró en la campaña con un acto en Villa Lugano. A su vez, procuran polarizar la discusión con Santoro, quien juega a dos bandas: critica tanto a la gestión de Pro como al modelo de Milei.

En el búnker macrista se entusiasman con los sondeos que exhiben un estancamiento de Adorni -a eso vinculan la participación activa de Milei en la campaña porteña- y un crecimiento de Marra. No obstante, Gutiérrez-Rubi transmitió al equipo de Pro que votantes blandos de Milei podrían migrar a la lista de Lospennato si el Presidente se muestra agresivo en su confrontación con periodistas o la oposición.

Larreta interpretó el giro en la campaña de Pro como una señal de que puede canalizar el descontento con la gestión de Jorge Macri en materia de seguridad o limpieza en el espacio público. Está convencido de que pueda atraer apoyos de los votantes que tuvo el macrismo en 2023 y lucen decepcionados con la administración actual. Es lo que denomina como el “voto gestión”. Tras el duro traspié que sufrió hace dos años, cuando vio como su anhelo de ser presidente se le escurría como arena entre las manos, decidió volver al modo “gestor municipal” e iniciar un proceso de reconstrucción en la Ciudad.

Para Larreta, su sucesor Jorge Macri le entregó en bandeja la posibilidad de resurgir al separar las elecciones porteñas de las nacionales. Este viernes el jefe de gobierno lamentó que Larreta haya dicho, en una entrevista con LA NACION, que se arrepentía de haber “traído” a Jorge Macri desde “el conurbano”. “Comete un grave error, porque él no me puso en el cargo. La gente me eligió y dos veces. Mucho ‘yo’ y desprecia el voto de los porteños”, sostuvo, en diálogo con Radio Rivadavia.

Horas después, Larreta acusó a sus exsocios de Pro de haberle armado una “emboscada” cuando se retiraba de una reunión con vecinos en la Villa 31. Desde el gobierno porteño, negaron las acusaciones. “Horacio fue a recorrer un lugar donde claramente no querían que él estuviera. Me da mucha lástima el lugar donde se pone”, dijo Clara Muzzio, vicejefa de gobierno porteño.

Los comicios del 18 de mayo en la Capital son cruciales para determinar la fortaleza de Pro en su base territorial y cómo transitará Jorge Macri los próximos dos años de su mandato. A sabiendas de que las encuestas le auguran un escenario desfavorable por la fragmentación de la oferta de la derecha y, sobre todo, la competencia con La Libertad Avanza, la fuerza de Javier Milei, los armadores porteños del partido amarillo realizaron en las últimas horas un ajuste en su estrategia de campaña con la intención de mejorar su performance en las urnas.

El objetivo central de la modificación de la hoja de ruta que trazó el consultor catalán Antoni Gutiérrez-Rubi y que ejecuta María Eugenia Vidal, jefa de campaña de Pro, es resaltar ante el electorado que Horacio Rodríguez Larreta ya no forma parte de Pro ni representa al espacio macrista en la compulsa con Manuel Adorni (LLA) y Leandro Santoro, el postulante patrocinado por el PJ capitalino.

En otras palabras, quieren evitar una eventual “confusión” en la ciudadanía y contener una fuga de apoyos. “Hay gente que no sabe que se fue y piensa que es el candidato de Pro. Ahí hay un porcentaje importante de votantes qué podríamos traer hacia nosotros”, dicen en la cúpula del gobierno porteño.

A sabiendas de que el resultado de la disputa del 18 de mayo próximo comenzará a determinar qué cuota de poder podrá retener Jorge Macri en la Legislatura porteña, los asesores de Pro resolvieron que apuntarán todos los cañones a Larreta para desgastar su figura.

En el búnker de Pro en Balcarce 412 detectaron que Silvia Lospennato, cabeza de la lista de legisladores porteños de Jorge Macri, aún mantiene un alto nivel de desconocimiento en el electorado. Por lo tanto, después de que Larreta confirmara en el debate que buscará volver a ser jefe de gobierno en 2027, procuran diferenciar al excandidato presidencial de JxC del sello de Pro. Larreta no solo rompió con sus exsocios para competir por fuera del macrismo en el frente Volvamos Buenos Aires, sino que impugna la gestión de su sucesor.

“Hay que recordarle a Larreta que la confusión es una forma de fraude”, subrayó ayer Laura Alonso, quien ocupa el tercer casillero en la lista de Lospennato.

En los cuarteles generales del macrismo admiten que tienen un escenario complicado. Tras el distanciamiento de la Casa Rosada, asumen que Pro corre el riesgo de terminar tercero. Sería un resultado complejo para el partido de los Macri, que mantiene hace años una hegemonía en el distrito. Por caso, vienen de ganar las últimas nueve elecciones.

Quienes hablaron con Mauricio Macri en los últimos días lo notaron prudente a la hora de arrojar pronósticos. Se inclina por pensar que las últimas 72 horas previas a la elección del 18 de mayo serán decisivas. Por eso, se puso al hombro la campaña y se involucra de manera activa en las recorridas para apuntalar a Lospennato, que trata de recorrer la ciudad con una prenda “amarilla”, el color de la marca Pro.

En la cúspide de Pro reconocen que enfrentan una campaña incómoda porque deben hacer un complejo equilibrio en la disputa con Javier Milei por el voto antikirchnerista. Apenas se cerraron las listas, Gutiérrez-Rubi transmitió a la tropa amarilla que no debían inquietarse por la irrupción de Larreta, ya que estimaba que el exjefe porteño atraía a los votantes opositores a Milei y actuaba como un ancla para Santoro. Es decir, calculaba que su presencia en la grilla de postulantes le ponía un techo al frente Es ahora Buenos Aires, que conforman las distintas ramas del PJ porteño, el kirchnerismo y sectores progresistas.

Sin embargo, apenas finalizó el debate porteño del martes pasado, Lospennato y Vidal salieron a confrontar con el exjefe de gobierno. Primero, la exgobernadora bonaerense y actual diputada lo cruzó a través de las redes por haber enumerado las obras que se inauguraron durante sus mandatos en la Ciudad. Le achacó que había sido un trabajo en “equipo” de las gestiones de Pro. Lospennato, otra exaliada de Larreta en 2023, le reprochó haber abandonado la fuerza que fundó Macri para lanzar una candidatura que podría ser funcional al kirchnerismo.

Mauricio Macri y el jefe porteño también se sumaron a la ofensiva para esmerilar a Larreta y subrayar ante la opinión pública que no representa a Pro en la competencia electoral de la Capital. “Si le hubiera ganado la interna a Bullrich, ¿se habría ido de Pro?”, planteó Macri. Entre tanto, los ministros porteños, como Gabriel Sánchez Zinny o Gabriela Ricardes, le recriminaron que haya dicho que Jorge Macri había hecho “cero” obras desde que asumió.

En el macrismo confían en la efectividad del artefacto de poder de la ciudad y el atractivo que supo tener la marca Pro en el electorado de la Capital. Su obsesión es municipalizar la discusión con sus contendientes. El principal escollo que encuentra esa estrategia es que Milei procura nacionalizar la campaña. Primero, instalaron el lema de Adorni es Milei, una jugada para transferirle al vocero el nivel de adhesión que tiene el Presidente en el electorado antikirchnerista. Luego, el propio Milei se involucró en la campaña con un acto en Villa Lugano. A su vez, procuran polarizar la discusión con Santoro, quien juega a dos bandas: critica tanto a la gestión de Pro como al modelo de Milei.

En el búnker macrista se entusiasman con los sondeos que exhiben un estancamiento de Adorni -a eso vinculan la participación activa de Milei en la campaña porteña- y un crecimiento de Marra. No obstante, Gutiérrez-Rubi transmitió al equipo de Pro que votantes blandos de Milei podrían migrar a la lista de Lospennato si el Presidente se muestra agresivo en su confrontación con periodistas o la oposición.

Larreta interpretó el giro en la campaña de Pro como una señal de que puede canalizar el descontento con la gestión de Jorge Macri en materia de seguridad o limpieza en el espacio público. Está convencido de que pueda atraer apoyos de los votantes que tuvo el macrismo en 2023 y lucen decepcionados con la administración actual. Es lo que denomina como el “voto gestión”. Tras el duro traspié que sufrió hace dos años, cuando vio como su anhelo de ser presidente se le escurría como arena entre las manos, decidió volver al modo “gestor municipal” e iniciar un proceso de reconstrucción en la Ciudad.

Para Larreta, su sucesor Jorge Macri le entregó en bandeja la posibilidad de resurgir al separar las elecciones porteñas de las nacionales. Este viernes el jefe de gobierno lamentó que Larreta haya dicho, en una entrevista con LA NACION, que se arrepentía de haber “traído” a Jorge Macri desde “el conurbano”. “Comete un grave error, porque él no me puso en el cargo. La gente me eligió y dos veces. Mucho ‘yo’ y desprecia el voto de los porteños”, sostuvo, en diálogo con Radio Rivadavia.

Horas después, Larreta acusó a sus exsocios de Pro de haberle armado una “emboscada” cuando se retiraba de una reunión con vecinos en la Villa 31. Desde el gobierno porteño, negaron las acusaciones. “Horacio fue a recorrer un lugar donde claramente no querían que él estuviera. Me da mucha lástima el lugar donde se pone”, dijo Clara Muzzio, vicejefa de gobierno porteño.

 

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