World, la plataforma fundada por Sam Altman (el cofundador de OpenAI) y Alex Blania (el CEO de Tools for Humanity, la compañía que desarrolla la tecnología de World) hizo su segundo evento para desarrolladores y presentó varias novedades sobre la plataforma que se hizo conocida, durante 2023 y 2024, por el uso de un dispositivo (que la compañía llama Orbe) para generar una “prueba de humanidad” a partir del escaneo de iris de los voluntarios, y los problemas legales que tuvo en casi todos los países donde comenzó a operar, por la preocupación de los gobiernos por el uso que hace la compañía de esos datos. El último caso, en Brasil, donde debutó en noviembre y donde el gobierno le reclamó que ofrece cripto a cambio de sumar usuarios. Uno de los primeros, en Kenia, llegará a la Corte Suprema de ese país el lunes 5 de mayo.
World asegura que no almacena las imágenes de los ojos; solo las usa para generar la firma digital anónima que prueba que pertenecen a una persona. Los datos que registra el aparato (el orbe) se transfieren al smartphone del usuario.
En este evento la compañía anunció una nueva versión del orbe que se usa para generar esta firma criptográfica. Hasta ahora, los interesados en sumarse a la plataforma debían ir a un lugar donde haya un orbe: por ejemplo, el patio de comidas del Abasto, o pedir una por Rappi, como anunció la compañía en octubre.
Pero la compañía sigue buscando cómo ampliar su base de usuarios más allá de los 26 millones de miembros que hoy tiene la red World, 12 millones de los cuales escanearon su iris y 2,4 millones son argentinos: nuestro país es el más popular de la plataforma.
Los métodos tradicionales (lograr que la gente vaya a un lugar a escanear sus ojos y obtener tokens) no van suficientemente rápido: hoy hay 1569 orbes distribuidos en más de 160 países. Las campañas que la compañía organizó en 2023 y 2024 (y que fueron las que trajeron la polémica, con colas de gente que no sabía muy bien qué iba a hacer y una economía paralela que buscaba capturar los tokens cripto) fueron un primer paso, pero no alcanzan.
Un orbe mini en 2026
Así que anunció una nueva versión, el orbe mini, del tamaño de un teléfono celular y con dos grandes cámaras en la parte trasera del teléfono, que facilitará a los voluntarios llevar el dispositivo para sumar adeptos en cualquier lado (esos voluntarios reciben tokens de la criptomoneda Worldcoin por cada nuevo miembro que asocian). El orbe mini estará disponible el año próximo, y usa el hardware de un smartphone, lo que reduce su costo; la compañía no dio más detalles al respecto.
World ID para citas y videojuegos
El otro anuncio de la compañía tiene que ver con la aplicación práctica de ese pasaporte de humanidad que prueba que un interlocutor digital es una persona y no un bot. El World ID nació como una suerte de contrapeso de ChatGPT: si la IA ha evolucionado tanto como para que nos cueste diferenciarla de una persona, ese pasaporte de World ID nos permite saber cuándo estamos interactuando con una persona, y cuándo con un bot.
Por ejemplo, la compañía Razer, que hace accesorios para videojuegos, usará el World ID (este “pasaporte de humanidad”) para permitir crear partidas de videojuegos en los que todos los participantes son humanos y no bots, un problema creciente en el mundo de los juegos online.
Incluso planea usar la misma tecnología del orbe mini en las webcams de Razer, que podrían usarse tanto para obtener un World ID como para usar Deep Face, un sistema de análisis biométrico que busca combatir los deepfakes en videollamadas.
World dice también que entrará en el mundo de los esports organizando una liga de competencias online donde solo pueden participar humanos (validados por el World ID).
Otro uso anunciado: la integración del pasaporte de humanidad que es World ID en las plataformas de citas del gigante Match.com, cuyo producto más conocido es Tinder. La compañía usará la plataforma en Japón para confirmar que los usuarios de Tinder son mayores de edad (deberán validarse con la plataforma).
Ante el auge de los deepfakes y las estafas virtuales potenciadas por inteligencia artificial, donde es posible clonar un rostro y una voz, y tener una IA capaz de conversar en forma fluida sobre cualquier tema, sería posible pedir el World ID para confirmar que ese interlocutor es humano.
Una tarjeta de débito cripto
El último anuncio tiene que ver con la World App, que la compañía ve como la súper aplicación para todo, al estilo WeChat, con la que también sueña Elon Musk: una plataforma que es a la vez un mensajero instantáneo, una billetera cripto y una fuente de mini apps que usan World ID como sistema de validación.
En este caso, la compañía anunció un acuerdo con Visa para que World tenga su propia tarjeta de débito, similar a la tarjeta de débito que la billetera cripto MetaMask anunció hace unos meses. La idea es permitir que los usuarios gasten sus tokens de worldcoin (un WLD vale hoy 1,2 dólares; los usuarios que validaron su identidad recibieron unos 558 millones hasta ahora) sin tener que convertirlos a otra moneda y, más importante, hacer habitual el uso de la billetera de la World App, que admite cualquier criptomoneda o dinero tradicional. Estará disponible primero en Estados Unidos a fin de año.
Durante la presentación, la compañía también anunció que comenzará a operar en Estados Unidos (país del que paradójicamente estaba ausente por un tema regulatorio), donde ofrecer su criptomoneda Worldcoin y donde también fabricará orbes.
World, la plataforma fundada por Sam Altman (el cofundador de OpenAI) y Alex Blania (el CEO de Tools for Humanity, la compañía que desarrolla la tecnología de World) hizo su segundo evento para desarrolladores y presentó varias novedades sobre la plataforma que se hizo conocida, durante 2023 y 2024, por el uso de un dispositivo (que la compañía llama Orbe) para generar una “prueba de humanidad” a partir del escaneo de iris de los voluntarios, y los problemas legales que tuvo en casi todos los países donde comenzó a operar, por la preocupación de los gobiernos por el uso que hace la compañía de esos datos. El último caso, en Brasil, donde debutó en noviembre y donde el gobierno le reclamó que ofrece cripto a cambio de sumar usuarios. Uno de los primeros, en Kenia, llegará a la Corte Suprema de ese país el lunes 5 de mayo.
World asegura que no almacena las imágenes de los ojos; solo las usa para generar la firma digital anónima que prueba que pertenecen a una persona. Los datos que registra el aparato (el orbe) se transfieren al smartphone del usuario.
En este evento la compañía anunció una nueva versión del orbe que se usa para generar esta firma criptográfica. Hasta ahora, los interesados en sumarse a la plataforma debían ir a un lugar donde haya un orbe: por ejemplo, el patio de comidas del Abasto, o pedir una por Rappi, como anunció la compañía en octubre.
Pero la compañía sigue buscando cómo ampliar su base de usuarios más allá de los 26 millones de miembros que hoy tiene la red World, 12 millones de los cuales escanearon su iris y 2,4 millones son argentinos: nuestro país es el más popular de la plataforma.
Los métodos tradicionales (lograr que la gente vaya a un lugar a escanear sus ojos y obtener tokens) no van suficientemente rápido: hoy hay 1569 orbes distribuidos en más de 160 países. Las campañas que la compañía organizó en 2023 y 2024 (y que fueron las que trajeron la polémica, con colas de gente que no sabía muy bien qué iba a hacer y una economía paralela que buscaba capturar los tokens cripto) fueron un primer paso, pero no alcanzan.
Un orbe mini en 2026
Así que anunció una nueva versión, el orbe mini, del tamaño de un teléfono celular y con dos grandes cámaras en la parte trasera del teléfono, que facilitará a los voluntarios llevar el dispositivo para sumar adeptos en cualquier lado (esos voluntarios reciben tokens de la criptomoneda Worldcoin por cada nuevo miembro que asocian). El orbe mini estará disponible el año próximo, y usa el hardware de un smartphone, lo que reduce su costo; la compañía no dio más detalles al respecto.
World ID para citas y videojuegos
El otro anuncio de la compañía tiene que ver con la aplicación práctica de ese pasaporte de humanidad que prueba que un interlocutor digital es una persona y no un bot. El World ID nació como una suerte de contrapeso de ChatGPT: si la IA ha evolucionado tanto como para que nos cueste diferenciarla de una persona, ese pasaporte de World ID nos permite saber cuándo estamos interactuando con una persona, y cuándo con un bot.
Por ejemplo, la compañía Razer, que hace accesorios para videojuegos, usará el World ID (este “pasaporte de humanidad”) para permitir crear partidas de videojuegos en los que todos los participantes son humanos y no bots, un problema creciente en el mundo de los juegos online.
Incluso planea usar la misma tecnología del orbe mini en las webcams de Razer, que podrían usarse tanto para obtener un World ID como para usar Deep Face, un sistema de análisis biométrico que busca combatir los deepfakes en videollamadas.
World dice también que entrará en el mundo de los esports organizando una liga de competencias online donde solo pueden participar humanos (validados por el World ID).
Otro uso anunciado: la integración del pasaporte de humanidad que es World ID en las plataformas de citas del gigante Match.com, cuyo producto más conocido es Tinder. La compañía usará la plataforma en Japón para confirmar que los usuarios de Tinder son mayores de edad (deberán validarse con la plataforma).
Ante el auge de los deepfakes y las estafas virtuales potenciadas por inteligencia artificial, donde es posible clonar un rostro y una voz, y tener una IA capaz de conversar en forma fluida sobre cualquier tema, sería posible pedir el World ID para confirmar que ese interlocutor es humano.
Una tarjeta de débito cripto
El último anuncio tiene que ver con la World App, que la compañía ve como la súper aplicación para todo, al estilo WeChat, con la que también sueña Elon Musk: una plataforma que es a la vez un mensajero instantáneo, una billetera cripto y una fuente de mini apps que usan World ID como sistema de validación.
En este caso, la compañía anunció un acuerdo con Visa para que World tenga su propia tarjeta de débito, similar a la tarjeta de débito que la billetera cripto MetaMask anunció hace unos meses. La idea es permitir que los usuarios gasten sus tokens de worldcoin (un WLD vale hoy 1,2 dólares; los usuarios que validaron su identidad recibieron unos 558 millones hasta ahora) sin tener que convertirlos a otra moneda y, más importante, hacer habitual el uso de la billetera de la World App, que admite cualquier criptomoneda o dinero tradicional. Estará disponible primero en Estados Unidos a fin de año.
Durante la presentación, la compañía también anunció que comenzará a operar en Estados Unidos (país del que paradójicamente estaba ausente por un tema regulatorio), donde ofrecer su criptomoneda Worldcoin y donde también fabricará orbes.