Sarah Michelle Gellar reveló el inesperado secreto de su eterno matrimonio con Freddie Prinze Jr.

Sarah Michelle Gellar y Freddie Prinze Jr. conforman uno de los matrimonios más longevos y estables de Hollywood. En muchas ocasiones, les preguntaron cuál era el secreto para mantenerse juntos y felices, y esta semana, la protagonista de Buffy, la cazavampiros accedió a revelarlo.

En una entrevista Today With Jenna & Friends, esta vez no se tomó ni un segundo en responder: “¡Baños separados!”, disparó. Y confirmó: “Es así de simple”.

En 2024, la actriz había brindado una versión más seria y reflexiva sobre las claves de mantener una relación exitosa a lo largo de los años, en una entrevista publicada por Fox News Digital. “Creo que mantener una relación duradera y sana requiere esfuerzo. No importa se trata de una amistad, una relación laboral o un matrimonio; hay que esforzarse”, dijo en aquel momento. Y explicó: “Hoy vivimos en una sociedad extremadamente descartable. Si se te rompe el teléfono, no lo arreglas, te compras uno nuevo. Y creo que, en gran medida, esa es la actitud que muchas personas tienen también en sus vínculos”.

Gellar y Prinze Jr. se conocieron en 1997, cuando el destino los llevó a integrar el elenco de Sé lo que hicieron el verano pasado, la taquillera película de terror que arrasó en las boleterías del mundo. Inmediatamente, pegaron buena onda, pero nada más. Eran tan solo buenos compañeros de trabajo. Se ayudaban en las escenas y compartían animadamente los almuerzos de filmación. Para ese entonces, ella tenía 20 años, uno menos que él.

Aún faltarían tres años más para que algo profundo sucediese entre ellos. Poco a poco se fue fortaleciendo la relación de amistad y fueron sumando complicidades. Hasta que una noche, Sarah y Freddie habían quedado con un amigo en común para ir a cenar. Eligieron el restó que al trío más le gustaba frecuentar y hasta se hicieron bromas sobre quién abonaría la velada. Era un coqueto reducto alejado de las luces de la farándula. El plan era perfecto, pero un llamado crucial casi arruina los planes. Aunque, como no hay mal que por bien no venga, esa comunicación cambió el destino. El amigo en común se encontraba ligeramente indispuesto y decidió plantarlos.

Sarah y Freddie decidieron, de todos modos, salir a cenar para aprovechar la noche. Lo pasaron tan bien, que sobre el brindis posterior al postre, las miradas comenzaron a mutar. De la ingenuidad de una amistad a esos guiños más profundos que desnudan que algo más comienza a suceder. Y sucedió. Se despidieron con un beso y con la promesa de volver a salir solos al día siguiente.

Una ceremonia de entrega de los premios MTV fue el primer evento en el que se mostraron juntos y acaramelados. Pero fue, definitivamente, cuando fueron convocados para interpretar a Fred y Daphne en Scooby Doo, donde no se ocultaron más. Gracias a ese film, no sólo reafirmaron el perfil familiar de sus elecciones laborales para seguir siendo estrellas muy demandadas por el público adolescente; sino que se potenció algo que, sin que ellos conscientemente lo percibieran, se venía gestando silenciosamente en el primer trabajo compartido. Con Scooby Doo la cosa se consolidó. La afinidad se potenció y hasta se comprometieron.

Pero aún faltaba un paso más para que el vínculo se sellara con todas las formalidades del caso: se casaron en una ceremonia repleta de estrellas en México en 2002 y posteriormente dieron la bienvenida a dos hijos, Charlotte en 2009 y Rocky en 2012.

Sarah Michelle Gellar y Freddie Prinze Jr. conforman uno de los matrimonios más longevos y estables de Hollywood. En muchas ocasiones, les preguntaron cuál era el secreto para mantenerse juntos y felices, y esta semana, la protagonista de Buffy, la cazavampiros accedió a revelarlo.

En una entrevista Today With Jenna & Friends, esta vez no se tomó ni un segundo en responder: “¡Baños separados!”, disparó. Y confirmó: “Es así de simple”.

En 2024, la actriz había brindado una versión más seria y reflexiva sobre las claves de mantener una relación exitosa a lo largo de los años, en una entrevista publicada por Fox News Digital. “Creo que mantener una relación duradera y sana requiere esfuerzo. No importa se trata de una amistad, una relación laboral o un matrimonio; hay que esforzarse”, dijo en aquel momento. Y explicó: “Hoy vivimos en una sociedad extremadamente descartable. Si se te rompe el teléfono, no lo arreglas, te compras uno nuevo. Y creo que, en gran medida, esa es la actitud que muchas personas tienen también en sus vínculos”.

Gellar y Prinze Jr. se conocieron en 1997, cuando el destino los llevó a integrar el elenco de Sé lo que hicieron el verano pasado, la taquillera película de terror que arrasó en las boleterías del mundo. Inmediatamente, pegaron buena onda, pero nada más. Eran tan solo buenos compañeros de trabajo. Se ayudaban en las escenas y compartían animadamente los almuerzos de filmación. Para ese entonces, ella tenía 20 años, uno menos que él.

Aún faltarían tres años más para que algo profundo sucediese entre ellos. Poco a poco se fue fortaleciendo la relación de amistad y fueron sumando complicidades. Hasta que una noche, Sarah y Freddie habían quedado con un amigo en común para ir a cenar. Eligieron el restó que al trío más le gustaba frecuentar y hasta se hicieron bromas sobre quién abonaría la velada. Era un coqueto reducto alejado de las luces de la farándula. El plan era perfecto, pero un llamado crucial casi arruina los planes. Aunque, como no hay mal que por bien no venga, esa comunicación cambió el destino. El amigo en común se encontraba ligeramente indispuesto y decidió plantarlos.

Sarah y Freddie decidieron, de todos modos, salir a cenar para aprovechar la noche. Lo pasaron tan bien, que sobre el brindis posterior al postre, las miradas comenzaron a mutar. De la ingenuidad de una amistad a esos guiños más profundos que desnudan que algo más comienza a suceder. Y sucedió. Se despidieron con un beso y con la promesa de volver a salir solos al día siguiente.

Una ceremonia de entrega de los premios MTV fue el primer evento en el que se mostraron juntos y acaramelados. Pero fue, definitivamente, cuando fueron convocados para interpretar a Fred y Daphne en Scooby Doo, donde no se ocultaron más. Gracias a ese film, no sólo reafirmaron el perfil familiar de sus elecciones laborales para seguir siendo estrellas muy demandadas por el público adolescente; sino que se potenció algo que, sin que ellos conscientemente lo percibieran, se venía gestando silenciosamente en el primer trabajo compartido. Con Scooby Doo la cosa se consolidó. La afinidad se potenció y hasta se comprometieron.

Pero aún faltaba un paso más para que el vínculo se sellara con todas las formalidades del caso: se casaron en una ceremonia repleta de estrellas en México en 2002 y posteriormente dieron la bienvenida a dos hijos, Charlotte en 2009 y Rocky en 2012.

 

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