00.45 | Se conoció un texto inédito del papa Francisco sobre la muerte: “No es el final de todo, sino el comienzo de algo”
“La muerte no es el final de todo, sino el comienzo de algo”, afirmó el papa Francisco en el prefacio del libro Esperando un nuevo comienzo, reflexiones sobre la vejez, que se publicará este jueves. La obra fue escrita por el cardenal Angelo Scola, quien fue uno de los “rivales” de Jorge Mario Bergoglio en el cónclave de 2013, que lo eligió Papa.
Francisco expresó su postura frente a la vejez, la muerte y la vida eterna el 7 de febrero pasado, es decir, siete días antes de quedar internado en el Hospital Policlínico Universitario Agostino Gemelli, aquejado de una bronquitis. Allí, le diagnosticaron una neumonía en ambos pulmones que requirió un intenso tratamiento y puso su vida en peligro. Finalmente, fue dado de alta el 23 de marzo.
00.10 | LA NACION, en la capilla ardiente del Papa: sollozos y rosas para despedir a un Bergoglio con una expresión serena
Por Elisabetta Piqué
ROMA.- Hace frío en la capilla de Santa Marta, el aire acondicionado está prendido como sucede en cualquier capilla ardiente. El silencio es sepulcral, roto solamente por el sollozo repentino de algunas personas que al enfrentarse al féretro no pueden contenerse. A diferencia de los demás, no pueden quedarse rezando ante los restos mortales del papa Francisco, ni arrodillarse o persignarse y quedarse unos minutos allí, rezando en silencio. Esas personas quedan descolocadas al ver a ese cuerpo inerte, sin vida, de un Papa que si algo tuvo fue vitalidad, entrega total hacia los demás, hasta su último respiro, según vio LA NACION, que pudo acceder a la despedida limitada a unos pocos, y que a partir de este miércoles será masiva.
Jorge Bergoglio yace en un ataúd de madera simple, como él quiso. Está revestido con un paño color bordó. Para que sea visible, está colocado sobre dos tarimas muy sencillas, totalmente distintas de los antiguos catafalcos papales dignos de monarcas que hizo saber que ya no iba a querer. Tampoco quiso el triple ataúd de madera, zinc y roble: no quiso privilegios.
00.45 | Se conoció un texto inédito del papa Francisco sobre la muerte: “No es el final de todo, sino el comienzo de algo”
“La muerte no es el final de todo, sino el comienzo de algo”, afirmó el papa Francisco en el prefacio del libro Esperando un nuevo comienzo, reflexiones sobre la vejez, que se publicará este jueves. La obra fue escrita por el cardenal Angelo Scola, quien fue uno de los “rivales” de Jorge Mario Bergoglio en el cónclave de 2013, que lo eligió Papa.
Francisco expresó su postura frente a la vejez, la muerte y la vida eterna el 7 de febrero pasado, es decir, siete días antes de quedar internado en el Hospital Policlínico Universitario Agostino Gemelli, aquejado de una bronquitis. Allí, le diagnosticaron una neumonía en ambos pulmones que requirió un intenso tratamiento y puso su vida en peligro. Finalmente, fue dado de alta el 23 de marzo.
00.10 | LA NACION, en la capilla ardiente del Papa: sollozos y rosas para despedir a un Bergoglio con una expresión serena
Por Elisabetta Piqué
ROMA.- Hace frío en la capilla de Santa Marta, el aire acondicionado está prendido como sucede en cualquier capilla ardiente. El silencio es sepulcral, roto solamente por el sollozo repentino de algunas personas que al enfrentarse al féretro no pueden contenerse. A diferencia de los demás, no pueden quedarse rezando ante los restos mortales del papa Francisco, ni arrodillarse o persignarse y quedarse unos minutos allí, rezando en silencio. Esas personas quedan descolocadas al ver a ese cuerpo inerte, sin vida, de un Papa que si algo tuvo fue vitalidad, entrega total hacia los demás, hasta su último respiro, según vio LA NACION, que pudo acceder a la despedida limitada a unos pocos, y que a partir de este miércoles será masiva.
Jorge Bergoglio yace en un ataúd de madera simple, como él quiso. Está revestido con un paño color bordó. Para que sea visible, está colocado sobre dos tarimas muy sencillas, totalmente distintas de los antiguos catafalcos papales dignos de monarcas que hizo saber que ya no iba a querer. Tampoco quiso el triple ataúd de madera, zinc y roble: no quiso privilegios.