Siete prácticas diarias que pueden ayudar a mejorar la memoria y la concentración, según Harvard

La memoria cumple un rol fundamental en la vida cotidiana, ya que nos permite no sólo recordar datos y tareas, sino también construir y mantener nuestra identidad personal. Gracias a ella organizamos nuestras actividades diarias, tomamos decisiones y sostenemos nuestros vínculos afectivos. Sin embargo, a medida que pasan los años, es normal que algunas personas adviertan cambios en su capacidad para retener y evocar información, algo que puede generar preocupación o incertidumbre. Frente a esta realidad, la Escuela de Medicina de Harvard (HMS, por sus siglas en inglés) publicó una serie de estrategias prácticas que apuntan a proteger la memoria y estimular la agilidad mental en todas las etapas de la vida.

Según dieron a conocer en un artículo publicado en National Geographic, estos son los siete hábitos que se pueden incorporar en la vida diaria para mejorar el funcionamiento de la memoria:

1. Mantener fuerte la memoria: no dejar de aprender

Según la publicación, estudiar es una excelente manera de fortalecer la memoria, ya que fomenta el hábito de mantener la mente activa. “Se cree que desafiar al cerebro con ejercicios mentales activa procesos que ayudan a conservar las células cerebrales individuales y estimulan la comunicación entre ellas”, explicaron. Debido a esto, trabajar en actividades que exijan concentración, aprender una nueva habilidad o dedicarse a un pasatiempo pueden ser buenas estrategias. Por ejemplo, leer, jugar al ajedrez o armar rompecabezas son aliados efectivos para ejercitar la memoria.

2. Cómo mejorar la memoria: usar todos los sentidos

En relación con esto, la Escuela de Medicina de Harvard destacó que cuanto más sentidos se involucren al aprender, mayor será la cantidad de áreas del cerebro que participen en la creación del recuerdo. Una forma sencilla de estimular esta conexión multisensorial consiste en adivinar los ingredientes de un plato nuevo mientras se lo huele y prueba.

3. Creer en uno mismo para fortalecer la memoria

Puede sonar inesperado, pero las creencias sobre el envejecimiento impactan en el rendimiento de la memoria. La publicación advirtió que las personas de mediana edad y mayores tienden a obtener peores resultados en ejercicios de memoria cuando están expuestas a mensajes negativos sobre el paso del tiempo. Por el contrario, la autoestima y los mensajes positivos favorecen la preservación de las capacidades cognitivas.

4. Economizar el uso del cerebro

Harvard también aconsejó utilizar herramientas como calendarios, planificadores o agendas para liberar a la mente de tener que retener información de rutina. Por ende, designar lugares específicos para objetos cotidianos, como llaves, anteojos o cartera, también ayuda a ahorrar energía mental y a concentrarse mejor en tareas más importantes.

5. Repetir lo aprendido para recordarlo mejor

Según explicaron, repetir en voz alta o escribir lo que se desea recordar puede ayudar a fijarlo en la memoria. No se trata sólo de repasar mentalmente, sino de reforzar activamente la información. Según Harvard, repetir varias veces un dato fundamental, como por ejemplo una dirección o una fecha, puede aumentar considerablemente las chances de recordarlo.

6. Espaciar el estudio para mejorar la memoria

Distribuir el aprendizaje a lo largo del tiempo, en lugar de concentrarlo en una sola sesión intensiva, favorece la consolidación de los recuerdos. Esta técnica, conocida como “práctica distribuida”, permite al cerebro procesar y almacenar mejor la información, facilitando su recuperación futura.

7. Usar mnemotecnias para facilitar el recuerdo

Las técnicas mnemotécnicas, como asociar palabras o imaginar imágenes mentales llamativas, son herramientas muy efectivas para recordar datos específicos. Según Harvard, los recursos visuales y las asociaciones creativas ayudan a fijar los conceptos de manera más rápida y duradera.

La memoria cumple un rol fundamental en la vida cotidiana, ya que nos permite no sólo recordar datos y tareas, sino también construir y mantener nuestra identidad personal. Gracias a ella organizamos nuestras actividades diarias, tomamos decisiones y sostenemos nuestros vínculos afectivos. Sin embargo, a medida que pasan los años, es normal que algunas personas adviertan cambios en su capacidad para retener y evocar información, algo que puede generar preocupación o incertidumbre. Frente a esta realidad, la Escuela de Medicina de Harvard (HMS, por sus siglas en inglés) publicó una serie de estrategias prácticas que apuntan a proteger la memoria y estimular la agilidad mental en todas las etapas de la vida.

Según dieron a conocer en un artículo publicado en National Geographic, estos son los siete hábitos que se pueden incorporar en la vida diaria para mejorar el funcionamiento de la memoria:

1. Mantener fuerte la memoria: no dejar de aprender

Según la publicación, estudiar es una excelente manera de fortalecer la memoria, ya que fomenta el hábito de mantener la mente activa. “Se cree que desafiar al cerebro con ejercicios mentales activa procesos que ayudan a conservar las células cerebrales individuales y estimulan la comunicación entre ellas”, explicaron. Debido a esto, trabajar en actividades que exijan concentración, aprender una nueva habilidad o dedicarse a un pasatiempo pueden ser buenas estrategias. Por ejemplo, leer, jugar al ajedrez o armar rompecabezas son aliados efectivos para ejercitar la memoria.

2. Cómo mejorar la memoria: usar todos los sentidos

En relación con esto, la Escuela de Medicina de Harvard destacó que cuanto más sentidos se involucren al aprender, mayor será la cantidad de áreas del cerebro que participen en la creación del recuerdo. Una forma sencilla de estimular esta conexión multisensorial consiste en adivinar los ingredientes de un plato nuevo mientras se lo huele y prueba.

3. Creer en uno mismo para fortalecer la memoria

Puede sonar inesperado, pero las creencias sobre el envejecimiento impactan en el rendimiento de la memoria. La publicación advirtió que las personas de mediana edad y mayores tienden a obtener peores resultados en ejercicios de memoria cuando están expuestas a mensajes negativos sobre el paso del tiempo. Por el contrario, la autoestima y los mensajes positivos favorecen la preservación de las capacidades cognitivas.

4. Economizar el uso del cerebro

Harvard también aconsejó utilizar herramientas como calendarios, planificadores o agendas para liberar a la mente de tener que retener información de rutina. Por ende, designar lugares específicos para objetos cotidianos, como llaves, anteojos o cartera, también ayuda a ahorrar energía mental y a concentrarse mejor en tareas más importantes.

5. Repetir lo aprendido para recordarlo mejor

Según explicaron, repetir en voz alta o escribir lo que se desea recordar puede ayudar a fijarlo en la memoria. No se trata sólo de repasar mentalmente, sino de reforzar activamente la información. Según Harvard, repetir varias veces un dato fundamental, como por ejemplo una dirección o una fecha, puede aumentar considerablemente las chances de recordarlo.

6. Espaciar el estudio para mejorar la memoria

Distribuir el aprendizaje a lo largo del tiempo, en lugar de concentrarlo en una sola sesión intensiva, favorece la consolidación de los recuerdos. Esta técnica, conocida como “práctica distribuida”, permite al cerebro procesar y almacenar mejor la información, facilitando su recuperación futura.

7. Usar mnemotecnias para facilitar el recuerdo

Las técnicas mnemotécnicas, como asociar palabras o imaginar imágenes mentales llamativas, son herramientas muy efectivas para recordar datos específicos. Según Harvard, los recursos visuales y las asociaciones creativas ayudan a fijar los conceptos de manera más rápida y duradera.

 

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