Lejos de una postura unánime y con un debate pendiente puertas adentro, la CGT evalúa abrir un esquema de protestas a repetición en rechazo al rumbo económico de la gestión de Javier Milei después de lo que fue el tercer paro general del jueves pasado.
En la hoja de ruta de la central obrera, figura un encuentro de la mesa chica para el martes próximo para definir una movilización por el Día del Trabajador, el jueves 1° de mayo. Sin embargo, y a partir de la aceleración de la inflación de marzo (3,7%) y la devaluación del peso que supone el nuevo esquema cambiario que se pondrá en marcha el lunes, algunos dirigentes ya dan por hecho que crecerá la conflictividad ante el intento oficial de limitar las paritarias a subas de entre 1 y 1,5% mensual.
Ayer, antes de que el Indec diera a conocer el Índice de Precios al Consumidor (IPC), el Gobierno, en su rol de empleador, les ofreció a los empleados estatales de la administración público un aumento de 1,3% mensual para marzo, abril y mayo. A pesar del rechazo de ATE, uno de los gremios del sector, la suba se concretará de manera unilateral. La UPCN, el gremio mayoritario, aceptó la propuesta, aunque no significa que haya bajado la guardia. Andrés Rodríguez, el jefe histórico de UPCN, es además una suerte de número dos de la CGT. Puertas adentro de la central obrera ya habría deslizado que está decidido a avanzar en nuevas medidas ante el ajuste y los recortes en el sector público. Es decir, el primer conflicto en reencenderse tras el paro general será en el Estado. ¿UPCN y ATE, eternos rivales, confluirán en un reclamo conjunto? Hay negociaciones en marcha a pesar de que en la CGT no cayeron bien algunos declaraciones de Rodolfo Aguiar, jefe de ATE y dirigente de la CTA, que cuestionó la pasividad cegetista del año pasado.
Después de los anuncios económicos de Luis Caputo y de escuchar el mensaje en cadena nacional de Milei, la cúpula de la CGT decidió esperar a la reacción de los mercados antes de apurar un comunicado corporativo. “El desembolso [del FMI y los otros organismos] es mucha plata para una plaza seca de pesos”, evaluó ante LA NACION un dirigente con ascendencia en el consejo directivo.
La preocupación mayor pasa por la recuperación salarial. De acuerdo a un relevamiento interno de la CGT, la pérdida del poder adquisitivo cayó 5,47%, sin contar la inflación de marzo, mientras que el retroceso de las jubilaciones sería de 13,4%. “Van a tener que levantar la presión por las paritarias”, advirtió un dirigente al que asombró el dato inflacionario de 3,7% en marzo.
“No se puede una pensar una Argentina con precios libres y salarios pisados”, dijo Héctor Daer, voz cantante del triunvirato de mando, el día del paro general. El reclamo por paritarias sin límites se refuerza a partir de la aceleración en la suba de los precios.
Hace apenas tres semanas, en un gesto de pragmatismo, Hugo Moyano aceptó una paritaria de 1% mensual para el poderoso gremio de los camioneros. Ese acuerdo vence el 1° de junio, pero desde ayer que el jefe camionero ya escuchó reclamos para intentar recuperar lo perdido. El pedido de revisar la paritaria que seguramente planteará Moyano se repetirá en el resto de los sectores. Habrá un efecto dominó que estará condicionado al curso de la economía. Se abre un interrogante del cual por ahora no hay una respuesta certera.
Lejos de una postura unánime y con un debate pendiente puertas adentro, la CGT evalúa abrir un esquema de protestas a repetición en rechazo al rumbo económico de la gestión de Javier Milei después de lo que fue el tercer paro general del jueves pasado.
En la hoja de ruta de la central obrera, figura un encuentro de la mesa chica para el martes próximo para definir una movilización por el Día del Trabajador, el jueves 1° de mayo. Sin embargo, y a partir de la aceleración de la inflación de marzo (3,7%) y la devaluación del peso que supone el nuevo esquema cambiario que se pondrá en marcha el lunes, algunos dirigentes ya dan por hecho que crecerá la conflictividad ante el intento oficial de limitar las paritarias a subas de entre 1 y 1,5% mensual.
Ayer, antes de que el Indec diera a conocer el Índice de Precios al Consumidor (IPC), el Gobierno, en su rol de empleador, les ofreció a los empleados estatales de la administración público un aumento de 1,3% mensual para marzo, abril y mayo. A pesar del rechazo de ATE, uno de los gremios del sector, la suba se concretará de manera unilateral. La UPCN, el gremio mayoritario, aceptó la propuesta, aunque no significa que haya bajado la guardia. Andrés Rodríguez, el jefe histórico de UPCN, es además una suerte de número dos de la CGT. Puertas adentro de la central obrera ya habría deslizado que está decidido a avanzar en nuevas medidas ante el ajuste y los recortes en el sector público. Es decir, el primer conflicto en reencenderse tras el paro general será en el Estado. ¿UPCN y ATE, eternos rivales, confluirán en un reclamo conjunto? Hay negociaciones en marcha a pesar de que en la CGT no cayeron bien algunos declaraciones de Rodolfo Aguiar, jefe de ATE y dirigente de la CTA, que cuestionó la pasividad cegetista del año pasado.
Después de los anuncios económicos de Luis Caputo y de escuchar el mensaje en cadena nacional de Milei, la cúpula de la CGT decidió esperar a la reacción de los mercados antes de apurar un comunicado corporativo. “El desembolso [del FMI y los otros organismos] es mucha plata para una plaza seca de pesos”, evaluó ante LA NACION un dirigente con ascendencia en el consejo directivo.
La preocupación mayor pasa por la recuperación salarial. De acuerdo a un relevamiento interno de la CGT, la pérdida del poder adquisitivo cayó 5,47%, sin contar la inflación de marzo, mientras que el retroceso de las jubilaciones sería de 13,4%. “Van a tener que levantar la presión por las paritarias”, advirtió un dirigente al que asombró el dato inflacionario de 3,7% en marzo.
“No se puede una pensar una Argentina con precios libres y salarios pisados”, dijo Héctor Daer, voz cantante del triunvirato de mando, el día del paro general. El reclamo por paritarias sin límites se refuerza a partir de la aceleración en la suba de los precios.
Hace apenas tres semanas, en un gesto de pragmatismo, Hugo Moyano aceptó una paritaria de 1% mensual para el poderoso gremio de los camioneros. Ese acuerdo vence el 1° de junio, pero desde ayer que el jefe camionero ya escuchó reclamos para intentar recuperar lo perdido. El pedido de revisar la paritaria que seguramente planteará Moyano se repetirá en el resto de los sectores. Habrá un efecto dominó que estará condicionado al curso de la economía. Se abre un interrogante del cual por ahora no hay una respuesta certera.