Irán y EE.UU. acercaron posiciones en un diálogo “constructivo” y acordaron volver a reunirse en una semana

WASHINGTON.- En un clima que las dos delegaciones calificaron como constructivas, Irán y Estados Unidos tuvieron este sábado su primera ronda de conversaciones en Mascate, Omán, sobre el programa nuclear de la república islámica y el levantamiento de las sanciones a ese país, y acordaron un siguiente encuentro para dentro de una semana.

“Estos temas son muy complicados, y la interacción directa del enviado especial Steven Witkoff hoy fue un paso adelante para lograr un resultado beneficioso para ambos”, dijo la Casa Blanca en un comunicado.

Por su parte, el gobierno islámico, también en un comunicado, definió la conversación como “positiva y constructiva”.

La dos partes acordaron que el próximo sábado trabajarán en la definición de una metodología ya con vistas a la redacción de un “marco general” de cómo continuará el diálogo.

Así lo confirmó el jefe de la delegación iraní, el ministro de Exteriores, Abbas Araqchi, quien destacó el ambiente cordial de las conversaciones que consistió en un total de cuatro intercambios de pareceres, donde ambas partes “expresaron sus opiniones” gracias a la mediación omaní.

“En mi opinión, la primera reunión ha sido constructiva y se desarrolló en un ambiente tranquilo y respetuoso”, hizo saber el ministro en declaraciones recogidas por los medios oficiales iraníes. “No se empleó ningún lenguaje inapropiado y las partes demostraron su compromiso de avanzar en las conversaciones hasta alcanzar un acuerdo deseable para ambas partes y basado en la igualdad”, indicó. “Acordamos que la segunda ronda se realizará el próximo sábado, y en la próxima reunión entraremos en un marco general que pueda tener un acuerdo y veremos hasta dónde podemos continuar este proceso”, concluyó Araqchi.

La Casa Blanca precisó que “Witkoff trasladó al doctor Araqchi que tiene instrucciones del presidente Donald Trump para resolver las diferencias entre nuestras dos naciones a través del diálogo y la diplomacia, si fuera posible”.

Washington reconoce que la materia que se debate “es muy complicada”.

Aunque el formato de la negociación no comprendía una reunión directa, el ministerio iraní confirmó que Araqchi y Witkoff terminaron viéndose las caras e intercambiando impresiones durante unos minutos en presencia del mediador, el ministro de Asuntos Exteriores de Omán, Badr al Busaidi.

Estas conversaciones son las primeras de esta índole desde que la primera administración Trump decidiera abandonar unilateralmente en 2018 el llamado Plan de Acción Integral Conjunto, histórico acuerdo nuclear firmado tres años antes entre Teherán y las potencias mundiales (todos los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, Rusia incluida, más Alemania y la Unión Europea).

El acuerdo comprometía a Irán a garantizar la naturaleza pacífica de su programa a cambio de la retirada de sanciones y, por lo tanto, su reincorporación a los mercados internacionales.

Trump abandonó el acuerdo, un logro de su predecesor, Barack Obama, tras asegurar que el pacto no estaba obteniendo resultados y que Irán estaba a punto de hacerse con un arma nuclear, a pesar de los constantes desmentidos de Teherán.

Desde entonces, Irán se ha ido distanciando cada vez más de sus compromisos adquiridos con la agencia nuclear de Naciones Unidas, la Organización Internacional de la Energía Atómica.

En noviembre del año pasado, y en respuesta a una resolución condenatoria del OIEA a este respecto, Irán anunció la activación “un número sustancial” de nuevas centrifugadoras avanzadas de enriquecimiento de uranio tras condenar la amonestación como “politizada” y “destructiva”.

Agencias AFP y DPA

WASHINGTON.- En un clima que las dos delegaciones calificaron como constructivas, Irán y Estados Unidos tuvieron este sábado su primera ronda de conversaciones en Mascate, Omán, sobre el programa nuclear de la república islámica y el levantamiento de las sanciones a ese país, y acordaron un siguiente encuentro para dentro de una semana.

“Estos temas son muy complicados, y la interacción directa del enviado especial Steven Witkoff hoy fue un paso adelante para lograr un resultado beneficioso para ambos”, dijo la Casa Blanca en un comunicado.

Por su parte, el gobierno islámico, también en un comunicado, definió la conversación como “positiva y constructiva”.

La dos partes acordaron que el próximo sábado trabajarán en la definición de una metodología ya con vistas a la redacción de un “marco general” de cómo continuará el diálogo.

Así lo confirmó el jefe de la delegación iraní, el ministro de Exteriores, Abbas Araqchi, quien destacó el ambiente cordial de las conversaciones que consistió en un total de cuatro intercambios de pareceres, donde ambas partes “expresaron sus opiniones” gracias a la mediación omaní.

“En mi opinión, la primera reunión ha sido constructiva y se desarrolló en un ambiente tranquilo y respetuoso”, hizo saber el ministro en declaraciones recogidas por los medios oficiales iraníes. “No se empleó ningún lenguaje inapropiado y las partes demostraron su compromiso de avanzar en las conversaciones hasta alcanzar un acuerdo deseable para ambas partes y basado en la igualdad”, indicó. “Acordamos que la segunda ronda se realizará el próximo sábado, y en la próxima reunión entraremos en un marco general que pueda tener un acuerdo y veremos hasta dónde podemos continuar este proceso”, concluyó Araqchi.

La Casa Blanca precisó que “Witkoff trasladó al doctor Araqchi que tiene instrucciones del presidente Donald Trump para resolver las diferencias entre nuestras dos naciones a través del diálogo y la diplomacia, si fuera posible”.

Washington reconoce que la materia que se debate “es muy complicada”.

Aunque el formato de la negociación no comprendía una reunión directa, el ministerio iraní confirmó que Araqchi y Witkoff terminaron viéndose las caras e intercambiando impresiones durante unos minutos en presencia del mediador, el ministro de Asuntos Exteriores de Omán, Badr al Busaidi.

Estas conversaciones son las primeras de esta índole desde que la primera administración Trump decidiera abandonar unilateralmente en 2018 el llamado Plan de Acción Integral Conjunto, histórico acuerdo nuclear firmado tres años antes entre Teherán y las potencias mundiales (todos los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, Rusia incluida, más Alemania y la Unión Europea).

El acuerdo comprometía a Irán a garantizar la naturaleza pacífica de su programa a cambio de la retirada de sanciones y, por lo tanto, su reincorporación a los mercados internacionales.

Trump abandonó el acuerdo, un logro de su predecesor, Barack Obama, tras asegurar que el pacto no estaba obteniendo resultados y que Irán estaba a punto de hacerse con un arma nuclear, a pesar de los constantes desmentidos de Teherán.

Desde entonces, Irán se ha ido distanciando cada vez más de sus compromisos adquiridos con la agencia nuclear de Naciones Unidas, la Organización Internacional de la Energía Atómica.

En noviembre del año pasado, y en respuesta a una resolución condenatoria del OIEA a este respecto, Irán anunció la activación “un número sustancial” de nuevas centrifugadoras avanzadas de enriquecimiento de uranio tras condenar la amonestación como “politizada” y “destructiva”.

Agencias AFP y DPA

 

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