BAHÍA BLANCA.- El compromiso asumido desde la justicia fue “sin fecha límite”. Y a un día de cumplirse el mes del temporal que provocó aquí 16 muertes y mantenía desaparecidas a dos hermanas de 1 y 5 años, el rastrillaje dio resultado positivo con el hallazgo del cuerpo de Pilar Hecker, la mayor de ellas.
La confirmación la hizo el fiscal General del distrito judicial Bahía Blanca, Juan Pablo Fernández, y es primer objetivo cumplido de una labor que por estos días se había focalizado en un sector de rías y que estaban realizando un grupo de biólogos, a pie y en kayaks, ahora también con embarcaciones de apoyo de la Armada Argentina.
La fiscal que seguía este caso desde sus inicios, Marina Lara, se trasladó hasta el lugar para certificar esta instancia que ya se comunicó a Andrés Hecker y Marina Haag, padres de las menores. Allí mismo se reforzará la búsqueda ahora en procura de dar con Delfina, la menor de las hermanas.
Se produjo el hallazgo del cuerpo de Pilar Hecker, la niña de 5 años desaparecida durante la
Inundación. La Agente Fiscal Marina Lara se encuentra en estos momentos en la zona de Baterías de la Armada Argentina corroborando la situación.
— Juan Pablo Fernández (@jpfernandezbb) April 6, 2025
Ambas fueron arrastradas por el agua durante la última inundación que sufrió el distrito por un potente torrente de agua que cruzaba la ruta 3, en cercanías de la localidad de General Cerri.
Ese rastrillaje hace casi dos semanas que se mudó y concentra en el sector de rías de esta costa marítima, hacia donde derivó el voluminoso caudal de agua acumulada en el casco urbano tras precipitaciones históricas que superaron los 300 milímetros, todo en poco menos de cinco horas.
A pie y en kayaks se realizaba la tarea. Es el paso que siguió a primeros momentos y jornadas que requirieron un despliegue con más de 300 miembros de fuerzas de seguridad y organizaciones civiles para recorrer palmo a palmo zonas de piso firme y otras muy anegadas, convertidas en lagunas. El último resultado positivo en ese terreno y durante aquel período inicial fue el hallazgo del cadáver de Rubén Salazar, chofer de una empresa de transporte que en pleno pico del temporal se detuvo en la ruta para ayudar a los padres de las nenas y se ofreció para recibirlas en su vehículo, una van de mayor altura y porte que el VW Gol en el que viajaban los Hecker.
La fiscal Mariana Lara ratificó a LA NACION que buscar a Pilar y Delfina es un compromiso que se asumió ante los padres de las niñas, y se sostiene. “Hay que considerar que ya la búsqueda profunda y exhaustiva por continente y por mar se llevó a cabo”, confirmó y apuntó a esta etapa actual que se concentra en un escenario complejo como el que presenta este frente de costa, con sus estuario, islotes y costas rebuscadas.
Los asignados en este último período son biólogos que con embarcaciones livianas y a remo “peinan” zonas de interés donde, a partir de informes de otros especialistas que evaluaron las corrientes y derivas, pudieron haber llegado los cuerpos de ambas niñas. “Aplican un método de barrido con transectas en un sector geográfico donde hay islotes”, indicó Lara a LA NACION.
Delfina es ahora la única de las víctimas que permanecen desaparecidas tras aquel temporal que tiene confirmadas 16 personas fallecidas en distintos puntos de Bahía Blanca, en su mayoría porque quedaron atrapadas por el agua y fallecieron por asfixia, según surgió de las autopsias ordenadas por la justicia.
Las dos hermanas viajaban aquella mañana con sus padres, por la ruta 3, a bordo de su VW Gol, en sentido a la localidad de Mayor Buratovich y cuando el distrito bahiense estaba sometido por un verdadero diluvio que provocaba anegamientos en el casco urbano y provocaba en la periferia la inundación de campos y red vial.
Al llegar a la altura del kilómetro 702 no pudieron seguir y se les acercó Salazar, en una van de reparto de encomiendas. Les ofreció pasarse a su vehículo, con ruedas más altas y se creía que con menor riesgo frente a la fuerza del agua que corría en sentido al mar, perpendicular a la ruta.
Lograron hacer el trasbordo de Pilar. Cuando se aprestaban a hacer lo propio con Delfina ocurrió el desplazamiento de la van, por la fuerza del agua. Se inundó la cabina y Salazar con la niña mayor se pasaron al techo. La mamá quiso entregarle también a la más pequeña pero una suerte de ola las arrastró a ambas y alejó del vehículo. El testimonio de Haag en sede judicial da cuenta que en determinado momento ese torrente le arrancó a su hija de los brazos. No la volvió a ver. El padre, con desesperación, pedía ayuda mientras veía parte de lo ocurrido desde la ruta.
Tanto la combi de Salazar como el VW Gol de los Hecker serían luego arrastrados por el agua para quedar a unos cientos de metros de la ruta 3, donde originalmente habían quedado varados. El auto de la familia quedó calzado entre un tramo del ramal de vías, desprendido del terraplén sobre el que estaba montado, y el otro de mayor tamaño quedó a casi 500 metros.
Ambos padres se reencontraron horas después y frente la ausencia de las niñas se dispuso el primer rastreo. Se reforzó al día siguiente, sábado 8, ya con gomones, helicópteros y drones. Se sumaría luego personal a pie, en la medida que escurría el agua que había cubierto zonas de campo en los que habían quedado varados los autos involucrados en el caso. Fue en medio de esas tareas que encontraron el cadáver de Salazar, a 200 metros del camino de acceso a Cerri.
Del otro lado de esa calzada se extendería la siguiente etapa, con avances sobre el territorio hasta llegar al mar. Coincidieron esfuerzos de Policía Bonaerense, Bomberos, Defensa Civil, Armada Argentina, Gendarmería, Prefectura Naval y Cruz Roja, entre otros. Todos con equipos especializados en estas situaciones de emergencia y catástrofe. Los referentes de estas fuerzas de seguridad aseguran que el rastrillaje del área de interés y de posible hallazgo de las niñas fue “metro por metro”. En los últimos tiempos se sumó un radar de barrido lateral para búsqueda en el mar y hasta un experto español, con experiencia en rastreo de personas en este tipo de circunstancias.
“Ahora se hace búsqueda en los lugares que los especialistas consideren de interés y los tiempos varían según lo que reste o no explorar y rastrillar.”, dijo Lara a LA NACION al considerar que se han tratado de cubrir todas las posibilidades, además de poner a disposición los recursos materiales y humanos más adecuados para la ocasión.
BAHÍA BLANCA.- El compromiso asumido desde la justicia fue “sin fecha límite”. Y a un día de cumplirse el mes del temporal que provocó aquí 16 muertes y mantenía desaparecidas a dos hermanas de 1 y 5 años, el rastrillaje dio resultado positivo con el hallazgo del cuerpo de Pilar Hecker, la mayor de ellas.
La confirmación la hizo el fiscal General del distrito judicial Bahía Blanca, Juan Pablo Fernández, y es primer objetivo cumplido de una labor que por estos días se había focalizado en un sector de rías y que estaban realizando un grupo de biólogos, a pie y en kayaks, ahora también con embarcaciones de apoyo de la Armada Argentina.
La fiscal que seguía este caso desde sus inicios, Marina Lara, se trasladó hasta el lugar para certificar esta instancia que ya se comunicó a Andrés Hecker y Marina Haag, padres de las menores. Allí mismo se reforzará la búsqueda ahora en procura de dar con Delfina, la menor de las hermanas.
Se produjo el hallazgo del cuerpo de Pilar Hecker, la niña de 5 años desaparecida durante la
Inundación. La Agente Fiscal Marina Lara se encuentra en estos momentos en la zona de Baterías de la Armada Argentina corroborando la situación.
— Juan Pablo Fernández (@jpfernandezbb) April 6, 2025
Ambas fueron arrastradas por el agua durante la última inundación que sufrió el distrito por un potente torrente de agua que cruzaba la ruta 3, en cercanías de la localidad de General Cerri.
Ese rastrillaje hace casi dos semanas que se mudó y concentra en el sector de rías de esta costa marítima, hacia donde derivó el voluminoso caudal de agua acumulada en el casco urbano tras precipitaciones históricas que superaron los 300 milímetros, todo en poco menos de cinco horas.
A pie y en kayaks se realizaba la tarea. Es el paso que siguió a primeros momentos y jornadas que requirieron un despliegue con más de 300 miembros de fuerzas de seguridad y organizaciones civiles para recorrer palmo a palmo zonas de piso firme y otras muy anegadas, convertidas en lagunas. El último resultado positivo en ese terreno y durante aquel período inicial fue el hallazgo del cadáver de Rubén Salazar, chofer de una empresa de transporte que en pleno pico del temporal se detuvo en la ruta para ayudar a los padres de las nenas y se ofreció para recibirlas en su vehículo, una van de mayor altura y porte que el VW Gol en el que viajaban los Hecker.
La fiscal Mariana Lara ratificó a LA NACION que buscar a Pilar y Delfina es un compromiso que se asumió ante los padres de las niñas, y se sostiene. “Hay que considerar que ya la búsqueda profunda y exhaustiva por continente y por mar se llevó a cabo”, confirmó y apuntó a esta etapa actual que se concentra en un escenario complejo como el que presenta este frente de costa, con sus estuario, islotes y costas rebuscadas.
Los asignados en este último período son biólogos que con embarcaciones livianas y a remo “peinan” zonas de interés donde, a partir de informes de otros especialistas que evaluaron las corrientes y derivas, pudieron haber llegado los cuerpos de ambas niñas. “Aplican un método de barrido con transectas en un sector geográfico donde hay islotes”, indicó Lara a LA NACION.
Delfina es ahora la única de las víctimas que permanecen desaparecidas tras aquel temporal que tiene confirmadas 16 personas fallecidas en distintos puntos de Bahía Blanca, en su mayoría porque quedaron atrapadas por el agua y fallecieron por asfixia, según surgió de las autopsias ordenadas por la justicia.
Las dos hermanas viajaban aquella mañana con sus padres, por la ruta 3, a bordo de su VW Gol, en sentido a la localidad de Mayor Buratovich y cuando el distrito bahiense estaba sometido por un verdadero diluvio que provocaba anegamientos en el casco urbano y provocaba en la periferia la inundación de campos y red vial.
Al llegar a la altura del kilómetro 702 no pudieron seguir y se les acercó Salazar, en una van de reparto de encomiendas. Les ofreció pasarse a su vehículo, con ruedas más altas y se creía que con menor riesgo frente a la fuerza del agua que corría en sentido al mar, perpendicular a la ruta.
Lograron hacer el trasbordo de Pilar. Cuando se aprestaban a hacer lo propio con Delfina ocurrió el desplazamiento de la van, por la fuerza del agua. Se inundó la cabina y Salazar con la niña mayor se pasaron al techo. La mamá quiso entregarle también a la más pequeña pero una suerte de ola las arrastró a ambas y alejó del vehículo. El testimonio de Haag en sede judicial da cuenta que en determinado momento ese torrente le arrancó a su hija de los brazos. No la volvió a ver. El padre, con desesperación, pedía ayuda mientras veía parte de lo ocurrido desde la ruta.
Tanto la combi de Salazar como el VW Gol de los Hecker serían luego arrastrados por el agua para quedar a unos cientos de metros de la ruta 3, donde originalmente habían quedado varados. El auto de la familia quedó calzado entre un tramo del ramal de vías, desprendido del terraplén sobre el que estaba montado, y el otro de mayor tamaño quedó a casi 500 metros.
Ambos padres se reencontraron horas después y frente la ausencia de las niñas se dispuso el primer rastreo. Se reforzó al día siguiente, sábado 8, ya con gomones, helicópteros y drones. Se sumaría luego personal a pie, en la medida que escurría el agua que había cubierto zonas de campo en los que habían quedado varados los autos involucrados en el caso. Fue en medio de esas tareas que encontraron el cadáver de Salazar, a 200 metros del camino de acceso a Cerri.
Del otro lado de esa calzada se extendería la siguiente etapa, con avances sobre el territorio hasta llegar al mar. Coincidieron esfuerzos de Policía Bonaerense, Bomberos, Defensa Civil, Armada Argentina, Gendarmería, Prefectura Naval y Cruz Roja, entre otros. Todos con equipos especializados en estas situaciones de emergencia y catástrofe. Los referentes de estas fuerzas de seguridad aseguran que el rastrillaje del área de interés y de posible hallazgo de las niñas fue “metro por metro”. En los últimos tiempos se sumó un radar de barrido lateral para búsqueda en el mar y hasta un experto español, con experiencia en rastreo de personas en este tipo de circunstancias.
“Ahora se hace búsqueda en los lugares que los especialistas consideren de interés y los tiempos varían según lo que reste o no explorar y rastrillar.”, dijo Lara a LA NACION al considerar que se han tratado de cubrir todas las posibilidades, además de poner a disposición los recursos materiales y humanos más adecuados para la ocasión.