Llegar a 30 equipos en primera era apenas el primer paso: la Liga Profesional confirmó este viernes su regreso a los torneos cortos

Nada es casualidad. Cuando los dirigentes de la Liga Profesional aprobaron suprimir los descensos en la polémica asamblea del pasado 17 de octubre había otro plan subyacente: volver a los torneos cortos. Dos campeones por año de dos competencias análogas. Nada de todos contra todos y campeonatos XL a la manera del Brasileirao, por ejemplo. Con Aldosivi (Mar del Plata) y San Martín (San Juan) promovidos a la máxima categoría, el número de escudos en lo más alto de la pirámide trepa hasta 30. Con esa cantidad de equipos, el calendario no permite hacer un campeonato largo (29 fechas) en el segundo semestre. Casi por decantación, el comité ejecutivo de la Liga Profesional puso en papel lo que los dirigentes ya tenían en la cabeza: que en 2025 haya dos “torneos” (así, entre comillas), con formato de copa. Separados en dos zonas de 15, con fecha de clásicos y un interzonal aleatorio que se definirá por sorteo. Porque 15 es impar y si no hubiera un emparejamiento a dedo, quedaría un equipo libre en cada zona. Es decir, dos planteles sin competencia. Mejor, hacerlos jugar.

La otra noticia del viernes es el regreso de los descensos. Por ahora y hasta la próxima asamblea convocada de urgencia, dos equipos perderán la categoría a fines del año próximo y bajarán a la Primera Nacional. Uno por promedio y otro por sumatoria de puntos. Como estaba estipulado en 2024 hasta que la voluntad de los dirigentes los canceló, con Tapia reelegido hasta 2028 y mudanza de la AFA a la provincia de Buenos Aires en un mismo combo, votado en la Asamblea del 17 de octubre; el día de la lealtad peronista. Antes de la reunión de las 11.30 en el edificio de la calle Viamonte-que será una de las últimas, ya que la idea de la AFA es desprenderse del inmueble y que todas sus decisiones administrativas se tomen desde Ezeiza o Pilar-, el rumor era que la Primera Nacional pedía la posibilidad de un tercer ascenso, con el regreso de la Promoción. Los dirigentes de primera fueron a lo seguro: conscientes de que la seguridad sigue siendo un tema sensible confirmaron los dos ascensos. Y nada más.

Se defineron los formatos de los torneos para la #LigaProfesional para el próximo año

Más información: https://t.co/hyRcOdLYZp pic.twitter.com/V62Pw6Q3Sg

— Liga Profesional de Fútbol (@LigaAFA) December 13, 2024

“Cuando se habló de ser 30 fue ese el motivo: los torneos cortos”, blanquea un dirigente ante la consulta de LA NACION. Llegar a 30 equipos fue el primer paso. La obra se consumó este viernes y la primera división se desperidrá de las competencias todos contra todos. ¿Que así se juega en todo el mundo? No importa. ¿Que no hay liga competitiva con semejante cantidad de equipos? No importa. ¿Que los clubes pasan ahora de 41 a 32 partidos garantizados por temporada? No importa. ¿Que los abonados a las canchas tendrán menos partidos y pagarán mucho más por cada jornada futbolera? ¡No importa! ¿Y quién piensa en los socios, entonces? Nadie, pero tampoco importa.

Los abonos a plateas y el hecho de pagar más por menos a partir de la reforma de los torneos y el aumento de los equipos ya genera rispideces en algunos clubes. LA NACION pudo comprobar que los dirigentes -los mismos que levantan la mano ante cada pedido de Tapia y que piden campeonatos cortos para tener “más chances” de ganar se ven venir las discusiones con sus propios socios. Sobre todo porque algunos ya informaron los valores para la próxima temporada. Que, por supuesto, viene con la inflación incorporada. Pero no contempla la disminución en la cantidad de partidos.

Ajeno a todo, el marketing de la Liga Profesional ya está en marcha. Claudio “Chiqui” Tapia, presidente de la AFA y también máxima autoridad de la Liga, les habló a los representantes de los clubes en compañía de Francisco Duarte, CEO de la principal competencia del fútbol argentino. Hubo aplausos, como tantas otras veces en las que Tapia resuelve y accede a los pedidos de los clubes. Que son los dirigentes. Que son votos.

“Cada club jugará un mínimo de 32 partidos sin contar instancias finales. Habrá fútbol los 12 meses del año y mejor previsibilidad en la programación. Las competencias se denominarán “torneos”, independientemente de su formato. En los clásicos del primer semestre se invierte la localía con respecto a la Liga 2024. Se garantiza un clásico de local y otro de visitante durante el año. Y la misma cantidad de partidos de local y de visitante”. Una enumeración de las supuestas bondades de una pretendida revolución que, al menos en el bolsillo del hincha-socio, implica un claro paso atrás.

Lo resuelto este viernes respeta a rajatabla un paper de cinco páginas distribuido hace unos meses. Llevaba por título “La Liga de los campeones del mundo: reestructuración 2025, evolución y desarrollo hacia el futuro y la vanguardia”. Comenzaba por las “10″ (en número, en negrita; en alusión a Diego Armando Maradona; a Lionel Messi) razones que “justifican el lanzamiento de esta evolución en el fútbol argentino”. Sin entrar en detalles que a esta altura ya son anécdota, la clave estaba en la última página. “Competencia. Formato”, se leía. Y allí se anticipaba absolutamente todo lo que se acaba de aprobar. Con un detalle importante: según aquel documento, se eliminan los dos partidos por abierto (ya sea por la TV Pública o liberados en ESPN). Para esos dos partidos está reservada una prueba piloto por streaming. La mentada “revolución” no será sólo deportiva.

Nada es casualidad. Cuando los dirigentes de la Liga Profesional aprobaron suprimir los descensos en la polémica asamblea del pasado 17 de octubre había otro plan subyacente: volver a los torneos cortos. Dos campeones por año de dos competencias análogas. Nada de todos contra todos y campeonatos XL a la manera del Brasileirao, por ejemplo. Con Aldosivi (Mar del Plata) y San Martín (San Juan) promovidos a la máxima categoría, el número de escudos en lo más alto de la pirámide trepa hasta 30. Con esa cantidad de equipos, el calendario no permite hacer un campeonato largo (29 fechas) en el segundo semestre. Casi por decantación, el comité ejecutivo de la Liga Profesional puso en papel lo que los dirigentes ya tenían en la cabeza: que en 2025 haya dos “torneos” (así, entre comillas), con formato de copa. Separados en dos zonas de 15, con fecha de clásicos y un interzonal aleatorio que se definirá por sorteo. Porque 15 es impar y si no hubiera un emparejamiento a dedo, quedaría un equipo libre en cada zona. Es decir, dos planteles sin competencia. Mejor, hacerlos jugar.

La otra noticia del viernes es el regreso de los descensos. Por ahora y hasta la próxima asamblea convocada de urgencia, dos equipos perderán la categoría a fines del año próximo y bajarán a la Primera Nacional. Uno por promedio y otro por sumatoria de puntos. Como estaba estipulado en 2024 hasta que la voluntad de los dirigentes los canceló, con Tapia reelegido hasta 2028 y mudanza de la AFA a la provincia de Buenos Aires en un mismo combo, votado en la Asamblea del 17 de octubre; el día de la lealtad peronista. Antes de la reunión de las 11.30 en el edificio de la calle Viamonte-que será una de las últimas, ya que la idea de la AFA es desprenderse del inmueble y que todas sus decisiones administrativas se tomen desde Ezeiza o Pilar-, el rumor era que la Primera Nacional pedía la posibilidad de un tercer ascenso, con el regreso de la Promoción. Los dirigentes de primera fueron a lo seguro: conscientes de que la seguridad sigue siendo un tema sensible confirmaron los dos ascensos. Y nada más.

Se defineron los formatos de los torneos para la #LigaProfesional para el próximo año

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— Liga Profesional de Fútbol (@LigaAFA) December 13, 2024

“Cuando se habló de ser 30 fue ese el motivo: los torneos cortos”, blanquea un dirigente ante la consulta de LA NACION. Llegar a 30 equipos fue el primer paso. La obra se consumó este viernes y la primera división se desperidrá de las competencias todos contra todos. ¿Que así se juega en todo el mundo? No importa. ¿Que no hay liga competitiva con semejante cantidad de equipos? No importa. ¿Que los clubes pasan ahora de 41 a 32 partidos garantizados por temporada? No importa. ¿Que los abonados a las canchas tendrán menos partidos y pagarán mucho más por cada jornada futbolera? ¡No importa! ¿Y quién piensa en los socios, entonces? Nadie, pero tampoco importa.

Los abonos a plateas y el hecho de pagar más por menos a partir de la reforma de los torneos y el aumento de los equipos ya genera rispideces en algunos clubes. LA NACION pudo comprobar que los dirigentes -los mismos que levantan la mano ante cada pedido de Tapia y que piden campeonatos cortos para tener “más chances” de ganar se ven venir las discusiones con sus propios socios. Sobre todo porque algunos ya informaron los valores para la próxima temporada. Que, por supuesto, viene con la inflación incorporada. Pero no contempla la disminución en la cantidad de partidos.

Ajeno a todo, el marketing de la Liga Profesional ya está en marcha. Claudio “Chiqui” Tapia, presidente de la AFA y también máxima autoridad de la Liga, les habló a los representantes de los clubes en compañía de Francisco Duarte, CEO de la principal competencia del fútbol argentino. Hubo aplausos, como tantas otras veces en las que Tapia resuelve y accede a los pedidos de los clubes. Que son los dirigentes. Que son votos.

“Cada club jugará un mínimo de 32 partidos sin contar instancias finales. Habrá fútbol los 12 meses del año y mejor previsibilidad en la programación. Las competencias se denominarán “torneos”, independientemente de su formato. En los clásicos del primer semestre se invierte la localía con respecto a la Liga 2024. Se garantiza un clásico de local y otro de visitante durante el año. Y la misma cantidad de partidos de local y de visitante”. Una enumeración de las supuestas bondades de una pretendida revolución que, al menos en el bolsillo del hincha-socio, implica un claro paso atrás.

Lo resuelto este viernes respeta a rajatabla un paper de cinco páginas distribuido hace unos meses. Llevaba por título “La Liga de los campeones del mundo: reestructuración 2025, evolución y desarrollo hacia el futuro y la vanguardia”. Comenzaba por las “10″ (en número, en negrita; en alusión a Diego Armando Maradona; a Lionel Messi) razones que “justifican el lanzamiento de esta evolución en el fútbol argentino”. Sin entrar en detalles que a esta altura ya son anécdota, la clave estaba en la última página. “Competencia. Formato”, se leía. Y allí se anticipaba absolutamente todo lo que se acaba de aprobar. Con un detalle importante: según aquel documento, se eliminan los dos partidos por abierto (ya sea por la TV Pública o liberados en ESPN). Para esos dos partidos está reservada una prueba piloto por streaming. La mentada “revolución” no será sólo deportiva.

 

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