El arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Colombo, elegido presidente del Episcopado para los próximos tres años, analizó este jueves la situación social de la Argentina y advirtió por las consecuencias del modelo económico que aplica el presidente Javier Milei. Dijo que hay “mucha gente afuera” de estas reformas y expuso el aumento en la atención en comedores a través de las redes que tiene la Iglesia. Asimismo, pidió bajar el nivel de confrontación y “recuperar las pautas de respeto”.
Al momento de abordar la situación del país, el sacerdote de 63 años que dijo que la economía debe estar “al servicio del hombre” y avisó sobre el momento actual: “Evidentemente hay una apuesta fuerte a ordenar la economía, a ver cómo se gasta la plata, a priorizar los puntos de los gastos. Lo que sí es importante es que todo lo que sea reforma económica siempre sea con la gente adentro y no con la gente afuera, teniendo en la mira a la gente. Pero de verdad teniéndola en la mira, haciendo el cálculo sobre el jubilado, sobre los chicos que quieren empezar la vida y tener un destino, de estudiar, trabajar; de la familia joven y las personas que van haciendo un camino laboral, que puedan tener perspectivas de mejorar su empleo y estar siempre mejor. Esto parece ideal, utópico, pero es el sueño que debería ser posible para toda democracia, porque la democracia es para eso”.
En un claro dardo a las políticas de ajuste que lleva adelante la gestión libertaria, Colombo aseguró que hay “mucha gente afuera” de este modelo y lo expuso en base al trabajo social de la Iglesia. “Nosotros lo vemos en la circunstancia de mantener comedores, merenderos. Esto se nos está haciendo bastante peliagudo en las organizaciones de Cáritas, en las diócesis. Lo vemos con mucha preocupación. Ha crecido el número [de gente]. En Mendoza tenemos un lugar donde recibimos a la gente de la calle a la noche, para darles un plato de comida. Antes eran más de 50, ahora tenemos más de 200. Pero no es solo personal de calle, hay muchas personas solas que no tienen lo necesario entonces vienen a comer. [Lo digo] para hacerles notar una proporción que se ha ido disparando”, explicó en Radio Mitre.
Asimismo, dijo que en los últimos años en la Argentina se vivieron circunstancias que se basaron siempre en la “polémica y el enfrentamiento”, que terminaron en “sobreactuar posturas y criterios”. Por lo tanto, pidió “volver sobre la senda del respeto, el diálogo y el compromiso común”.
“La Argentina tenía cosas proverbiales que no deberíamos haberlas perdido y deberíamos recuperar, como las pautas de respeto. Estos desahogos a través de las redes o de los medios, que son muchas veces ofensivos o agraviantes, deberíamos empezar a… como se decía antes, ‘contá hasta diez, empezá a hacer la pausa de cierta manera de entender al otro o de buscar lo mejor del otro, y no sacarlo para entonces caerle encima’”, marcó, en lo que pareció un llamado de atención al Presidente.
Entonces, cuando le preguntaron por una supuesta postura crítica suya hacia Milei, Colombo respondió: “Nosotros los seres humanos tenemos una mirada que avanza y evalúa, lo crítico tiene que ver con procurar lo mejor para nuestra gente. En la media en que estamos analizando una acción de gobierno podemos decir con la gente adentro o con la gente afuera, con todos o con algunos. En ese sentido nosotros vamos señalando principios de orientación. Evidentemente que gobernar, lo sabemos, no es fácil, es poner prioridades, poner acentos. Solo que la mirada no sea eso de dejar a nadie afuera de lo que le corresponde”. Esta posición está en línea con la que ya marcó en otras oportunidades el papa Francisco.
El nuevo titular del Episcopado era, desde 2021, vicepresidente primero de la entidad, comandada hasta entonces por monseñor Oscar Ojea. Se formó con el obispo Jorge Novak en Quilmes y durante su actuación en La Rioja impulsó la beatificación de monseñor Enrique Angelelli y los mártires riojanos, asesinados durante la dictadura militar en 1976, tal como contó LA NACION.
En esta nueva conducción lo acompañarán como vicepresidente primero el arzobispo de Córdoba, cardenal Ángel Sixto Rossi, de formación jesuita y una de las voces que también suele expresar cercanía hacia los sectores más postergados y como vicepresidente segundo monseñor Cesar Daniel Fernández, obispo de Jujuy y exrector del seminario metropolitano de Villa Devoto. Por su parte, monseñor Raúl Pizarro, obispo auxiliar de San Isidro, fue elegido secretario general.
Noticia en desarrollo
El arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Colombo, elegido presidente del Episcopado para los próximos tres años, analizó este jueves la situación social de la Argentina y advirtió por las consecuencias del modelo económico que aplica el presidente Javier Milei. Dijo que hay “mucha gente afuera” de estas reformas y expuso el aumento en la atención en comedores a través de las redes que tiene la Iglesia. Asimismo, pidió bajar el nivel de confrontación y “recuperar las pautas de respeto”.
Al momento de abordar la situación del país, el sacerdote de 63 años que dijo que la economía debe estar “al servicio del hombre” y avisó sobre el momento actual: “Evidentemente hay una apuesta fuerte a ordenar la economía, a ver cómo se gasta la plata, a priorizar los puntos de los gastos. Lo que sí es importante es que todo lo que sea reforma económica siempre sea con la gente adentro y no con la gente afuera, teniendo en la mira a la gente. Pero de verdad teniéndola en la mira, haciendo el cálculo sobre el jubilado, sobre los chicos que quieren empezar la vida y tener un destino, de estudiar, trabajar; de la familia joven y las personas que van haciendo un camino laboral, que puedan tener perspectivas de mejorar su empleo y estar siempre mejor. Esto parece ideal, utópico, pero es el sueño que debería ser posible para toda democracia, porque la democracia es para eso”.
En un claro dardo a las políticas de ajuste que lleva adelante la gestión libertaria, Colombo aseguró que hay “mucha gente afuera” de este modelo y lo expuso en base al trabajo social de la Iglesia. “Nosotros lo vemos en la circunstancia de mantener comedores, merenderos. Esto se nos está haciendo bastante peliagudo en las organizaciones de Cáritas, en las diócesis. Lo vemos con mucha preocupación. Ha crecido el número [de gente]. En Mendoza tenemos un lugar donde recibimos a la gente de la calle a la noche, para darles un plato de comida. Antes eran más de 50, ahora tenemos más de 200. Pero no es solo personal de calle, hay muchas personas solas que no tienen lo necesario entonces vienen a comer. [Lo digo] para hacerles notar una proporción que se ha ido disparando”, explicó en Radio Mitre.
Asimismo, dijo que en los últimos años en la Argentina se vivieron circunstancias que se basaron siempre en la “polémica y el enfrentamiento”, que terminaron en “sobreactuar posturas y criterios”. Por lo tanto, pidió “volver sobre la senda del respeto, el diálogo y el compromiso común”.
“La Argentina tenía cosas proverbiales que no deberíamos haberlas perdido y deberíamos recuperar, como las pautas de respeto. Estos desahogos a través de las redes o de los medios, que son muchas veces ofensivos o agraviantes, deberíamos empezar a… como se decía antes, ‘contá hasta diez, empezá a hacer la pausa de cierta manera de entender al otro o de buscar lo mejor del otro, y no sacarlo para entonces caerle encima’”, marcó, en lo que pareció un llamado de atención al Presidente.
Entonces, cuando le preguntaron por una supuesta postura crítica suya hacia Milei, Colombo respondió: “Nosotros los seres humanos tenemos una mirada que avanza y evalúa, lo crítico tiene que ver con procurar lo mejor para nuestra gente. En la media en que estamos analizando una acción de gobierno podemos decir con la gente adentro o con la gente afuera, con todos o con algunos. En ese sentido nosotros vamos señalando principios de orientación. Evidentemente que gobernar, lo sabemos, no es fácil, es poner prioridades, poner acentos. Solo que la mirada no sea eso de dejar a nadie afuera de lo que le corresponde”. Esta posición está en línea con la que ya marcó en otras oportunidades el papa Francisco.
El nuevo titular del Episcopado era, desde 2021, vicepresidente primero de la entidad, comandada hasta entonces por monseñor Oscar Ojea. Se formó con el obispo Jorge Novak en Quilmes y durante su actuación en La Rioja impulsó la beatificación de monseñor Enrique Angelelli y los mártires riojanos, asesinados durante la dictadura militar en 1976, tal como contó LA NACION.
En esta nueva conducción lo acompañarán como vicepresidente primero el arzobispo de Córdoba, cardenal Ángel Sixto Rossi, de formación jesuita y una de las voces que también suele expresar cercanía hacia los sectores más postergados y como vicepresidente segundo monseñor Cesar Daniel Fernández, obispo de Jujuy y exrector del seminario metropolitano de Villa Devoto. Por su parte, monseñor Raúl Pizarro, obispo auxiliar de San Isidro, fue elegido secretario general.
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