Qué consiguen los compradores con “los dólares en la mano” y cuánto pueden negociar del precio

Los brokers Gabriela Goldszer, directora de Ocampo Propiedades, y Miguel Ludmer, director general de Interwin, participaron del tercer panel del Summit de Real Estate: Capítulo 9, organizado por LA NACION.

“Es, efectivamente, un momento bisagra”, afirmó Goldszer, en el arranque de la charla con José Del Rio, secretario General de Redacción del diario. “El mercado había comenzado a reactivarse en 2023, a fin de año, y durante este primer semestre esa recuperación se aceleró. En ese contexto, identificamos que el interés viró al segmento de los proyectos terminados y usados”, agregó.

Ludmer coincidió con su colega y confirmó: “Lo cierto es que con los dólares en la mano, congelás los precios y tal vez termines pagando por un departamento terminado lo mismo que en pozo”.

Con mirada retrospectiva, la titular de Ocampo Propiedades se refirió a los valores de 2017, año clave para la actividad con precios récord. “Estamos lejos, pero lentamente se están recuperando”, aseguró la broker, quien también habló de otras señales que expresan la misma tendencia: “El margen de negociación entre propietarios y compradores también cambió. Y bajó; antes era del 15 o el 10%, hoy es del 5%”, ejemplificó.

Para Goldszer, por sobre todo y principalmente, el mercado convalida la tendencia de valores en recuperación “con operaciones” y “en la medida en que haya más certezas que incertidumbres, la mirada a largo plazo es que los precios continuarán al alza”.

Aunque se manifestó en sintonía, Ludmer estimó que la recuperación que evidencian las operaciones llegaron tarde y, confirmó, “sólo involucra al segmento de usados”. De todas maneras, señaló el broker, la gente tiene ganas de comprar. “En cuanto a los costos –analizó-, lo cierto es que subieron mucho y no los podés trasladar a precios”.

Aun en este contexto y cuando claramente el segmento no atraviesa su mejor momento, Goldszer opinó que la compra en pozo continuará siendo una opción atractiva para un determinado perfil de cliente. “No creo que se haya acabado para siempre ni mucho menos”, subrayó, destacando también lo útil que resultó la herramienta – ”dio muchas satisfacciones”, dijo- durante los últimos años para concretar operaciones.

Cuando Del Rio preguntó por los vaivenes del dólar y su impacto en la actividad, Goldszer y Ludmer explicaron que, al tratarse de un mercado dolarizado, en el que el comprador ya cuenta con los dólares, las fluctuaciones no tienen demasiadas consecuencias. Sin embargo, observaron, equipara un poco el negocio de la construcción porque mejora los costos medidos en dólares y de este modo compensa un poco la inflación.

Inversores y alquileres

Para el titular de Interwin, los alquileres son la forma en que se canalizan los nuevos metros cuadrados que entraron y aún entran al mercado. Al momento de profundizar en el análisis del segmento, Ludmer explicó que el negocio entró en crisis en el mismo momento en que los alquileres se pesificaron y se “divorciaron” de los precios dolarizados en que se expresa el mercado inmobiliario.

“Hoy se presentan como una opción más interesante”, sentenció, aludiendo a los cambios que trajo aparejados la caída de la última ley de alquileres. Asimismo, indicó, es allí donde se canalizan mayormente los nuevos metros que ingresan al mercado. La directora de Ocampo concordó en que la caída de la ley, paradójicamente, trajo “seguridad jurídica” al negocio, además de que la renta ganó en atractivo. En ese marco, explicó, hay un cliente dispuesto a comprar “ahora”.

“A la hora de invertir en un proyecto, hay que mirar al desarrollador”, recomendó el directivo de Interwin, dirigiéndose a quienes piensan en algo nuevo y así canalizar una inversión. “Después, hay una serie de condiciones a evaluar, pero es la solidez y trayectoria del desarrollador y la ecuación precio producto a los que se les debe prestar atención”, remató el directivo.

Los brokers Gabriela Goldszer, directora de Ocampo Propiedades, y Miguel Ludmer, director general de Interwin, participaron del tercer panel del Summit de Real Estate: Capítulo 9, organizado por LA NACION.

“Es, efectivamente, un momento bisagra”, afirmó Goldszer, en el arranque de la charla con José Del Rio, secretario General de Redacción del diario. “El mercado había comenzado a reactivarse en 2023, a fin de año, y durante este primer semestre esa recuperación se aceleró. En ese contexto, identificamos que el interés viró al segmento de los proyectos terminados y usados”, agregó.

Ludmer coincidió con su colega y confirmó: “Lo cierto es que con los dólares en la mano, congelás los precios y tal vez termines pagando por un departamento terminado lo mismo que en pozo”.

Con mirada retrospectiva, la titular de Ocampo Propiedades se refirió a los valores de 2017, año clave para la actividad con precios récord. “Estamos lejos, pero lentamente se están recuperando”, aseguró la broker, quien también habló de otras señales que expresan la misma tendencia: “El margen de negociación entre propietarios y compradores también cambió. Y bajó; antes era del 15 o el 10%, hoy es del 5%”, ejemplificó.

Para Goldszer, por sobre todo y principalmente, el mercado convalida la tendencia de valores en recuperación “con operaciones” y “en la medida en que haya más certezas que incertidumbres, la mirada a largo plazo es que los precios continuarán al alza”.

Aunque se manifestó en sintonía, Ludmer estimó que la recuperación que evidencian las operaciones llegaron tarde y, confirmó, “sólo involucra al segmento de usados”. De todas maneras, señaló el broker, la gente tiene ganas de comprar. “En cuanto a los costos –analizó-, lo cierto es que subieron mucho y no los podés trasladar a precios”.

Aun en este contexto y cuando claramente el segmento no atraviesa su mejor momento, Goldszer opinó que la compra en pozo continuará siendo una opción atractiva para un determinado perfil de cliente. “No creo que se haya acabado para siempre ni mucho menos”, subrayó, destacando también lo útil que resultó la herramienta – ”dio muchas satisfacciones”, dijo- durante los últimos años para concretar operaciones.

Cuando Del Rio preguntó por los vaivenes del dólar y su impacto en la actividad, Goldszer y Ludmer explicaron que, al tratarse de un mercado dolarizado, en el que el comprador ya cuenta con los dólares, las fluctuaciones no tienen demasiadas consecuencias. Sin embargo, observaron, equipara un poco el negocio de la construcción porque mejora los costos medidos en dólares y de este modo compensa un poco la inflación.

Inversores y alquileres

Para el titular de Interwin, los alquileres son la forma en que se canalizan los nuevos metros cuadrados que entraron y aún entran al mercado. Al momento de profundizar en el análisis del segmento, Ludmer explicó que el negocio entró en crisis en el mismo momento en que los alquileres se pesificaron y se “divorciaron” de los precios dolarizados en que se expresa el mercado inmobiliario.

“Hoy se presentan como una opción más interesante”, sentenció, aludiendo a los cambios que trajo aparejados la caída de la última ley de alquileres. Asimismo, indicó, es allí donde se canalizan mayormente los nuevos metros que ingresan al mercado. La directora de Ocampo concordó en que la caída de la ley, paradójicamente, trajo “seguridad jurídica” al negocio, además de que la renta ganó en atractivo. En ese marco, explicó, hay un cliente dispuesto a comprar “ahora”.

“A la hora de invertir en un proyecto, hay que mirar al desarrollador”, recomendó el directivo de Interwin, dirigiéndose a quienes piensan en algo nuevo y así canalizar una inversión. “Después, hay una serie de condiciones a evaluar, pero es la solidez y trayectoria del desarrollador y la ecuación precio producto a los que se les debe prestar atención”, remató el directivo.

 

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