Los admiradores de la reina Isabel II podrán cumplir el sueño de guardar un recuerdo de ella gracias a la próxima subasta que la casa Kerry Taylor Auctions realizará a mediados de junio. Se trata de un remate que incluye una selección de seis vestidos de algodón que lucieron Isabel y su hermana Margarita en su infancia y que su niñera, Clara Knight, conservó con autorización de la familia real.
Hoy las prendas están en manos del coleccionista de antigüedades Daniel Haddon, quien las vende al mejor postor. “Los vestidos hacen que Isabel parezca más humana, porque la podés imaginar de niña corriendo, jugando, ensuciándose”, contó Haddon al diario Daily Mail. Entre las piezas que se subastan se destaca un diseño con estampado Liberty que se vende con una foto de la pequeña Elizabeth llevando esa misma prenda, y otro con estampado geométrico en rojo y blanco.
Se espera que los seis vestidos, que fueron usados por las pequeñas princesas entre 1920 y 1930, alcancen una recaudación total de quince mil dólares. Por ejemplo, un diseño de algodón azul y rosa con lunares podría venderse por seis mil dólares, mientras que otro amarillo confeccionado en seda de Smith & Co de 1930 tiene un valor estimado de dos mil dólares. “Cuando ves la ropa y te fijás en los arreglos, podés intuir que la cosían y la usaban tanto como fuera posible. Y eso sin dudas hace que la Reina sea más cercana”, concluyó Haddon, días antes de la gran subasta.
Los admiradores de la reina Isabel II podrán cumplir el sueño de guardar un recuerdo de ella gracias a la próxima subasta que la casa Kerry Taylor Auctions realizará a mediados de junio. Se trata de un remate que incluye una selección de seis vestidos de algodón que lucieron Isabel y su hermana Margarita en su infancia y que su niñera, Clara Knight, conservó con autorización de la familia real.
Hoy las prendas están en manos del coleccionista de antigüedades Daniel Haddon, quien las vende al mejor postor. “Los vestidos hacen que Isabel parezca más humana, porque la podés imaginar de niña corriendo, jugando, ensuciándose”, contó Haddon al diario Daily Mail. Entre las piezas que se subastan se destaca un diseño con estampado Liberty que se vende con una foto de la pequeña Elizabeth llevando esa misma prenda, y otro con estampado geométrico en rojo y blanco.
Se espera que los seis vestidos, que fueron usados por las pequeñas princesas entre 1920 y 1930, alcancen una recaudación total de quince mil dólares. Por ejemplo, un diseño de algodón azul y rosa con lunares podría venderse por seis mil dólares, mientras que otro amarillo confeccionado en seda de Smith & Co de 1930 tiene un valor estimado de dos mil dólares. “Cuando ves la ropa y te fijás en los arreglos, podés intuir que la cosían y la usaban tanto como fuera posible. Y eso sin dudas hace que la Reina sea más cercana”, concluyó Haddon, días antes de la gran subasta.